domingo, 3 de julio de 2011

EL SUELDO DE LOS CONCEJALES

Ayuntamiento de Pamplona
Estos días están de actualidad las retribuciones de los concejales (y de los consejeros de cabildos, por extensión). Con la celebración de los Plenos de organización y funcionamiento de los nuevos mandatos, no hay medio de comunicación que no se haya hecho eco del sueldo que estos asignan a alcaldes y regidores de los ayuntamientos. En los foros de los periódicos digitales y de las ediciones en Internet de los diarios escritos el debate es aún más intenso, siendo, por regla general, las opiniones de los intervinientes bastante críticas con el número de concejales “liberados” (con dedicación exclusiva) y con la determinación de sus retribuciones.

La polémica no es nueva. Lo que ocurre es que, en estos momentos, estas percepciones están más aún en el ojo del huracán con motivo de la crisis económica que padecemos y los cerca de cinco millones de parados que lastran la sociedad española actual. Pero, en cualquier caso, mi impresión es que no puede perderse la perspectiva de lo razonable. El ejercicio de la política local requiere de una amplia jornada laboral, eso es innegable, probablemente proporcional al número de habitantes del municipio y al montante de sus presupuestos. Por eso, el número de políticos municipales “liberados” y sus salarios deberían de estar en consonancia con estos criterios (por ahí se movían, por cierto, las recomendaciones de la FECAM, hoy, sin embargo, ni Google ha conseguido encontrarlas, como si ya no interesasen), así como con la complejidad y dedicación que requiera su gestión, en forma de áreas delegadas.

Es más, creo sinceramente que algunos concejales tienen que “liberarse” a la fuerza. Por ejemplo, los asalariados de empresas privadas con cierta dedicación al consistorio. El Estatuto de los Trabajadores prevé que si los permisos por cargo público de los trabajadores superan el 20% de la jornada laboral en un periodo de tres meses, la empresa puede declarar a estos en situación de excedencia forzosa. Y ya sabemos que la burocracia de la Administración Pública trabaja fundamentalmente por la mañana.

Podemos discrepar también del monto de la percepción. Sobre este particular, lo que parece obvio es que si pagamos poco a los políticos, a los alcaldes y concejales, estaremos renunciando a los mejores profesionales, o al menos a los que más ingresos obtienen (que, en la mayoría de los casos, suelen coincidir), y convertiremos la política local en coto de desempleados y trabajadores con bajos salarios (aunque, por supuesto, tengan el mismo derecho que los otros a participar en la gestión de un ayuntamiento), que verán en el ejercicio de la política, más que un servicio público, la salida laboral que no encuentran en su profesión. Quizás sea por esta razón, por la que algunos políticos, cuando pierden su cargo en virtud del juego democrático, en lugar de aceptarlo como el fin de una etapa que siempre es temporal, lo sienten y padecen como un auténtico despido laboral.

Por tanto, miremos el número de dedicaciones exclusivas y parciales y sus retribuciones desde la perspectiva adecuada, que es la de lo razonable. Primero. Como necesarias. Segundo. En función de la importancia del consistorio (población y presupuestos). Tercero. Aceptando como premisas que los concejales “liberados” no ganen menos que la mayor parte del personal al servicio de la corporación ni que estos perciban unas retribuciones inferiores a las que venían percibiendo en su administración o empresa de procedencia.

No parece razonable que los directivos u órganos superiores de empresas que gestionan tantos millones de euros sean apenas unos mileuristas. Así será imposible mejorar el nivel de nuestra clase política. Ahora bien, tampoco parece justificado que un ayuntamiento de poco más de mil habitantes "libere", con dedicación exclusiva, a más de la mitad de sus concejales o que algún alcalde, por importante que sea la ciudad, llegue a ganar más que el presidente del Gobierno de la nación, por poner solo dos ejemplos. En general, siendo sensibles con la situación actual, en el número de vecinos del municipio y en la cuantía del presupuesto de la corporación, entre otras variables, estará la medida de lo razonable.

6 comentarios:

  1. Entre mileurista y cuatromileurista o más (las pagas extras suman y dividen, como bien sabe)hay un trecho considerable. Y eso de que quien más cobra es necesariamente quien está más capacitado...no lo comparto en absoluto. Pregúntele a los científicos, investigadores y ya consolidados, a los profesores/as universitarios etc. que cobran mucho menos que lo que ha cobrado hasta hace poco un peón de albañil del montón (con todos mis respetos a su profesión y a quienes las ejercen), o un futbolista de cuarta...(no división, sino categoría, claro). Entiendo (siguiendo la lógica de Mouriño) que no parece muy adecuado que cobre menos que el personal que dirige, un alcalde/sa o concejal/a aunque no me parece mal que cobre menos que un/a funcionario/a de superior nivel formativo y abultados trienios a sus espaldas . Si un alcalde/sa respondiera con su propio patrimonio de sus errores, me parecería más justificable su elevado salario,por aquello de la responsabilidad, cuando responde de ellos con el patrimonio de l@s ciudadan@s que gestiona, no encuentro tan razonable sus elevadísisimos salarios cuando los ayuntamientos están sin presupuesto ni para pagar a sus empleados/as. Si es importante que gestionen los que más cobran, por ser los más cualificados (en principio)deberían dirigir los consistorios l@s controladores/as aéreos, los futbolistas, las top-models...Una cosa es un sueldo digno y otra muy distinta otra cosa. Conzoco profesionales que cobrando por su actividad laboral cotidiana (pública y privada) estipendios millonarios, se han metido en política aún a sabiendas que iban a perder dinero, considerándose más que pagados por la satisfacción del deber cumplido y el servicio al territorio que los eligió. Un ejmplo: de palmero y de su partido: Fernando Fernández. Pero hay otros muchos. Pero eso exige otras cualidades que no todo el mundo tiene.

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  2. El sueldo de los concejales y consejeros del cabildo tiene que estar legislado a nivel estatal, bien en alguna reforma de la Ley de Bases de Regimen Local o bien en una Ley esponja como la Ley de Economia Sostenible, donde se tenga en cuenta la población de hecho y de derecho (Hay municipios donde la población se cuatriplica en verano), la renta per cápitca,el presupuesto municipal, si son cabeza de partido o capital, ..., pero lo que es obvio que tiene que estar legislado, pero como siempre no ha habido voluntad política de legislar sobre este asunto para no molestar a las bases que encuentran en la política municipal su sustento económico.

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  3. Amigo Toni, quizás sea esa una posible solución, pero ya ve como ni tan siquiera encontramos en Internet aquellas recomendaciones de la FECAM de hace no tantos años. Saludos.

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  4. Anónimo comparto en casi su totalidad sus consideraciones. No encuentro la discrepancia con el post publicado, es más utiliza hasta la palabra "mágica": razonable ("no encuentro tan razonable...). Pero debo hacer algunas matizaciones, aunque únicamente porque creo que me ha entendido mal: yo no he dicho que el que más cobra está "necesariamente" más capacitado, he dicho (y entre paréntesis) que "suelen coincidir" (pero claro que hay muchas excepciones). Tampoco he escrito que los concejales han de cobrar más que el personal que dirige, lo que sostengo es que más que la "mayoría" del personal que dirige, que no es exactamente lo mismo. En ningún momento, he escrito que deban cobrar "elevadísimos salarios" los alcaldes, sino "lo razonable" (teniendo en cuenta los criterios que he expuesto). Tampoco, por último, he defendido que deben gestionar los consistorio quienes más cobran, sino que si se pagan salarios bajos, es muy difícil que muchos profesionales cualificados puedan dedicarse a la actividad pública municipal, que es muy distinto. En definitiva Anónimo, que creo que estamos, en mi opinión, bastante de acuerdo, con la única diferencia de que a lo que usted llama "sueldo digno", yo lo he denominado "sueldo razonable". Aunque quizás haya otra diferencia: que para llegar a la misma conclusión, usted ha venido desde el "no" y yo desde el "sí", pero eso es únicamente cuestión de forma. En fin, que siento no haberme explicado bien, porque mi coincidencia con usted en este asunto es casi total. Un saludo.

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  5. MF (desde facebook)3 de julio de 2011, 20:16

    Como siempre JJ, tan prudente y aclaratorio. Un abrazo Juan Jo y gracias.

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  6. FC (desde facebook)11 de julio de 2011, 16:41

    Un céntimo mal empleado es una ruina. Las cosas se tienen que medir por el fruto que dan. Cuando cuesta el progreso de un pueblo. Hay que ser pragmático, servir al pueblo para que los emprendedores no tengan las manos atadas. Hacen faltan l ...eyes que permitan correr en la vida económica. Leyes pragmáticas que se adapten a los vaivenes de los tiempos. Cuando seamos libres para crear riqueza, nadie se acordara de lo que cobran nuestros políticos. Suerte a todos en la lucha por el progreso y la libertad

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