martes, 21 de julio de 2009

LA EQUIDAD EN EL ACCESO A LA SANIDAD (II)

LAS ISLAS NO CAPITALINAS: UN SUPUESTO DE (IN)EQUIDAD EN EL ACCESO A LA SANIDAD PÚBLICA
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La distribución territorial y poblacional de Canarias (III). La existencia de la Isla como entidad local es simple corolario del reconocimiento constitucional del “hecho insular” (artículo 138.1) y del reconocimiento institucional impropio que hace el artículo 141.4 CE. Aunque la duda queda finalmente despejada en el artículo 3.1 c) LBRL), que reza: “Son Entidades Locales territoriales: las islas en los archipiélagos balear y canario”. La isla es, pues, un ente local diferenciado de la provincia y de existencia obligatoria en los archipiélagos balear y canario, pese a la imperfección técnica del artículo 137 CE que la obvia.

Además, se trata de un ente local territorial y natural, cuya existencia jurídico-administrativa no deriva únicamente del reconocimiento legal, sino, especialmente, de su propia realidad geográfica y sociológica, que impone un aparato burocrático del mismo ámbito. El propio Estatuto de Autonomía de Canarias ha concebido una estrecha relación entre la Comunidad Autónoma y las Islas, y así dispone la ordenación territorial de la Comunidad Autónoma sobre la base de las siete islas.

Pero la compleja realidad de Canarias no sólo afecta a su contexto archipielágico, sino también a su desigual distribución poblacional. Hoy la población canaria se distribuye así: en las islas capitalinas (Tenerife y Gran Canaria) representa el 82,7% del total; Lanzarote apenas el 6,8%, Fuerteventura, el 4,9%, La Palma, el 4,2%, La Gomera, un ínfimo 1,1% y la población de El Hierro alcanza únicamente el 0,5%.

Los recursos sanitarios en las islas no capitalinasLa Red Hospitalaria de Utilización Pública es el instrumento funcional del Servicio Canario de Salud creado para alcanzar una ordenación hospitalaria óptima, que permita la adecuada coordinación y complementariedad de los servicios, el acceso y disfrute por los ciudadanos de los servicios adecuados para el diagnóstico y tratamiento del proceso, la homogeneización de las prestaciones, así como la eficiente y eficaz distribución y utilización de los recursos económicos, humanos y materiales.

El Servicio Canario de Salud se organiza territorialmente en demarcaciones denominadas Áreas de Salud, que se responsabilizan de la gestión unitaria de los centros y establecimientos del SCS en su demarcación territorial y de las prestaciones sanitarias y programas sanitarios a desarrollar por ellos. Al mismo tiempo, la organización y funcionamiento del Sistema Canario de Salud se ha de ajustar a los principios de coordinación e integración, sin perjuicio de su organización desconcentrada y descentralizada.

La realidad insular en Canarias impone un mapa sanitario distinto de otras zonas y, lógicamente, un sistema más costoso para afrontar, entre otros y en lo que aquí se trata, el principio de equidad en su acceso. Esta realidad impone la existencia de siete Áreas de Salud (Decreto 32/1995, de 24 de febrero, modificado por Decreto 124/1999, de 17 de junio) y de Hospitales Generales Públicos en todas las islas no capitalinas, que hemos de calificar como comarcales por su ámbito y de baja o media complejidad por su nivel asistencial: Hospital General de Fuerteventura, Hospital General de Lanzarote, Hospital General de La Palma, Nuestra Señora de los Reyes de El Hierro y Nuestra Señora de Guadalupe de La Gomera. Pese a ello, es precisamente en los servicios prestados por los Hospitales y en la atención a las especialidades donde encontramos las deficiencias del servicio sanitario en estas islas, para cuyas consultas e intervenciones muchos pacientes deben trasladarse a las islas de Tenerife o Gran Canaria.

Las Áreas de Salud se dividen en Zonas Básicas de Salud, que constituyen el marco territorial de la acción primaria de Salud donde desarrollan las actividades los Centros de Salud, y donde en menor medida se aprecia un tratamiento diferenciado. Son Zonas Básicas de Salud:
A.S. La Gomera: San Sebastián de La Gomera y Mulagua, y Especiales de Vallehermoso, Valle Gran Rey y Alajeró.
A.S. La Palma: Santa Cruz de La Palma, San Andrés y Sauces, Las Breñas, Mazo, Los Llanos de Aridane, El Paso, Tijarafe y Tazacorte, y Especial de Garafía.
A.S. El Hierro: Valverde y Valle del Golfo.
A.S. Lanzarote: Arrecife (2), Teguise, San Bartolomé-Tinajo, Tías, Yaiza y Especial de Haría.
A.S. Fuerteventura: Puerto del Rosario, La Oliva, Tuineje-Pájara y Península de Jandía.

Un supuesto de (in)equidad: los desplazamientos (y IV)A pesar de que la igualdad (equidad) es un mandato constitucional, supuestos como los comentados demuestran que las desigualdades persisten en todos los modelos, incluso independientemente de los condiciones socioeconómicas, que parece que no ha de ser la única perspectiva que ha de tenerse en cuenta en el objetivo de reducir las desigualdades en salud. Es más, como ha planteado también la doctrina, la gratuidad en las prestaciones no constituye una condición suficiente para el logro de la igualdad. Las barreras en el acceso físico (lejanía, desplazamientos, etc.) pueden constituir un serio problema en este aspecto.

Precisamente uno de los criterios que la propia Ley General de Sanidad refiere es el relacionado con la superación de los desequilibrios territoriales existentes (artículo 3), sobre el que también se hace eco la Ley territorial canaria. Se trata de determinadas inequidades que se plantean desde el punto de vista geográfico que impone la realidad archipielágica y que se concretan en la necesidad de desplazamientos a los hospitales de referencia en las islas capitalinas para el tratamiento de distintas patologías, así como en las estancias de los acompañantes, aunque el déficit también se produce en los servicios de urgencia, los cuales no pueden atender determinadas demandas por insuficiencia de medios materiales y humanos.

Este planteamiento se hace sin desconocer que todo proceso de descentralización camina normalmente en contra de los principios de eficacia y economía. Por ello, además de potenciar la atención en especialidades, pruebas diagnósticas y tratamientos especializados en las propias islas no capitalinas, habrá que compensar debidamente –equitativamente- los gastos derivados de los desplazamientos y estancias de pacientes y acompañantes a los hospitales de referencia siempre que sea necesario. Y este es un camino que aún nos queda un trecho por andar, con indemnizaciones un tanto paupérrimas aún. El objetivo no es otro que los costes de acceso a la sanidad pública de un palmero, pongamos por caso, no sean más gravosos que los de un tinerfeño.

3 comentarios:

  1. Al igual que tenemos algunas ventajas en vivir en una isla menor tambien sufrimos desventajas por ello lo que comentas me parece un proyecto bastante importante y estoy de acuerdo que los que juegan con desventajas tendría que ser conpensado de alguna forma sobre todo aquellas personas que se ven "obligada" a desplazarse a otras islas con frecuencia.Aunque quizá el remedio más oportuno sería invertir más en sanidad ya que por suerte o desgracia es una cosa precisa y a la vista está que hay bastante demanda por parte de los pacientes y que conste que pacientes somos todos ya que alguna que otra vez nos hemos visto afectado de alguna que otra forma. Saludos J.J y te ánimo a que sigas escribiendo

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  2. Confío en que, poco a poco, esas desigualdades se vayan corrigiendo. Animo a los responsables actuales de la Consejería para que trabajen en ese sentido. Saluditos

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  3. ¿Y el coste personal de los traslados? Oímos continuamente que el estar rodeados de los que te quieren es uno de los factores claves para combatir determinadas enfermedades. Cuando tenemos que trasladarnos para tratamientos prolongados, por ejemplo radioterapias, solo podemos ir acompañados de un familiar si éste puede dejar de trabajar o de estudiar, pero a veces ocurre que no puede acompañarnos nadie y entonces "sufrimos" el tratamiento y su medicación en soledad. Deseando que llegue el fin de semana para volver a nuestra casa con los nuestros. Esto supone un coste emocional mucho más importante de lo que a priori pueda parecer y además, difícilmente valorable.
    Aun sabiendo de la imposibilidad de que sea así, mientras no dispongamos de los mismos servicios que en las islas capitalinas, nunca podremos hablar de igualdad o equidad en la sanidad.

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