sábado, 10 de marzo de 2018

SOBRE EL DOSSIER DE LAS MUJERES SIN ROSTRO, DE ÁNGEL ARRIBAS


Si una frase define el libro de Ángel Arribas es esta: “Un buen libro es aquel que se abre con expectativas y se cierra con provecho”, de Aimos Bronson Alcott, escritor y educador estadounidense, padre de la autora de Mujercitas. Y pronto veremos por qué.

Pero antes digamos algo del autor.

Ángel Arribas nace en Madrid casi por accidente (quizá lo explique él). De pequeño quiere ser piloto de aviación militar y más tarde médico. Vive su adolescencia en un internado católico de los padres redentoristas cerca de Miranda de Ebro (Burgos, en el monasterio del Espino), donde aprende los valores más importantes, incluidos la vocación de servicio, el respeto y el interés por la cultura. Luego, aunque en la Universidad se inicia en Medicina, termina por estudiar Sociología. En cualquier caso, Ángel va a ejercer profesionalmente –por esos misteriosos designios del destino– como informático o jefe de informática, primero, en varias empresas transnacionales (ITC, Americam Express, Grupo Meliá) y, más tarde, en la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid. Trabaja también como formador y como docente en la misma universidad y, entre otros, en el prestigioso Instituto de Empresa (IE).

Ha escrito siete libros más, todos en su madurez: Llora como mujer, El día que aprendí a flotar, la trilogía TIC (El conflicto de las dos Coreas, El secuestro de Felipe VI y La condición Mittel), La estirpe, y el relato juvenil Noa, la maltesa traviesa. Dile a Laura que la quiero (sobre el acoso que sufren las mujeres en las redes sociales) es su nuevo proyecto narrativo. Hoy colabora, además, en varios programas de TV en sus secciones literarias: “Sentido literario” (Canal 33-Madrid) y “Sopa de letras” (copresentador, Vive TV España).

Arribas es una persona que, como buen epicureísta, disfruta de las cosas sencillas, y un modesto escritor que, como los protagonistas de su libro, pretende despertar algunas conciencias, proscribir el silencio, porque como él dice “hay mucha más gente buena que gente mala”, lo que ocurre es que no hace tanto ruido.
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Sobre El dossier... Ángel Arribas ha dicho que es una novela dentro de otra novela. Afirmación que leemos incluso en el relato. Pero yo creo que El dossier… no es solo una novela dentro de otra, sino muchas novelas dentro de una novela. En el libro de Ángel confluyen muchas historias (la mayoría reales) que terminan por atraparnos, que generan un interés inusitado, que producen avidez por conocer su intrahistoria y su desenlace:

a)   Las historias silenciadas de tantas mujeres ultrajadas y torturadas brutalmente durante la Segunda Guerra Mundial, no solo por los nazis sino también por los ejércitos de las potencias vencedoras.
b)  La historia de dos diplomáticos españoles: Ángel Sanz Briz y Sebastián de Romero Radigales que salvaron a muchísimos judíos de ser deportados a los campos de exterminio nazis en Budapest o Grecia (en Salónica o en Atenas). Dos historias apasionantes.
c)  La historia de un submarino alemán (U-boote) que debía rendirse a los ingleses y que tardó -inexplicablemente- más de una semana en llegar a su destino, y que al tiempo da pie para incardinar otra historia más: la de la muerte de Hitler, si realmente se suicidó en el bunker, o escapó a Barcelona o a Canarias, de camino a Sudamérica.

Pues bien, todas estas historias navegan de forma amena sobre el imaginario de ficción, la historia de amor entre los protagonistas y las “tribulaciones” del dossier de marras, una carpeta que recoge todo tipo de información sobre aquellos hechos, formando un todo inseparable.

Pero el libro de Ángel logra también que ese interés por todos esos acontecimientos rebase la propia novela.
Es muy difícil leer El dossier y no correr pronto a Internet a conocer más detalles de lo que hicieron Ángel Sanz Briz (“El ángel de Budapest”) o Sebastián Romero Radigales. Yo mismo, de Ángel Sanz Briz, me he visto hace unos días una película que se realizó en 2011, protagonizada por Francis Lorenzo, que se titulaba precisamente El ángel de Budapest. Una película española fascinante, y muy emotiva.  Es más, luego he reincidido viéndome otra película, del año pasado, sobre otros personajes también declarados “Justos entre las Naciones”: el matrimonio polaco formado por Jan y Antonina Zabinski (La casa de la esperanza, 2017). Tengan presente que Sanz Briz salvó a más judíos que el famoso Oskar Schindler (La lista de Schindler) o que el matrimonio Zabinski. Con la disculpa de que estaba salvando a judíos sefardíes (de origen español), con base en un decreto no vigente de Primo de Rivera de 1924, libró de los campos de exterminio a más de 5.500 judíos, sefardíes o no.

Lo mismo ocurre con la historia de la muerte de Hitler, sobre todo en Canarias, donde apuntan algunas hipótesis que pasó un tiempo de camino a Argentina o Uruguay. Precisamente hace un par de años fue noticia que un veterano agente de la CIA, tras acceder a documentos desclasificados del FBI, revelaba que Hitler había fingido su muerte y había huido a Tenerife.

Luego nos encontramos con la historia del U-boot (submarino alemán), que me retrotrae a lecturas de juventud, cuando en mi casa leíamos con interés una enciclopedia sobre la II Guerra Mundial (que un hermano mío devoraba). Y de estas lecturas, nunca olvidé el episodio del U-boot comandado por Günther Prien que logró penetrar en el fondeadero de Scapa Flow (en las islas Orcadas, al norte de Escocia) en 1939 y hundir a uno de los acorazados británicos allí atracado, uno de los más emblemáticos.

Pero el libro guarda aún más episodios que descubrir, aunque sean tristes, que nos sirven para aprender del pasado y no repetirlo. Como las referencias al denominado “Convoy de los 927”, que recuerda la historia del exterminio de 409 españoles refugiados en Francia en el campo de concentración de Mauthausen, tras salir 927 de la estación francesa de Angulema.

Por lo tanto, El dossier... es un libro que genera inquietud, interés, apetito más allá de la propia trama principal de la novela. Como decía antes: “Se abre con expectativas y se cierra con provecho”.

Finalmente, la historia de la austriaca Judith Von König-Walnner y del aragonés José Torres Mur es un libro valiente, un vocero que denuncia otro holocausto, un genocidio invisible y silente, el que sufren las mujeres en todos los conflictos bélicos desde tiempos remotos, tratadas como mero botín o como arma de guerra psicológica. Como durante la II Guerra Mundial, con más de cinco millones de mujeres vejadas, violadas y torturadas brutalmente incluso por los ejércitos vencedores (los rusos en Polonia, en Berlín, más de 110.000 berlinesas, los americanos en Italia, etc.). Y, sobre todo, como hoy continúa sucediendo allá donde nos denigre la guerra: en Ruanda o en Bosnia en los noventa, en la República Democrática del Congo después, o más recientemente en Sudán del Sur, en Colombia, en Guatemala, en Siria…

Con esta novela, pues, Ángel quiere pone su granito de arena en el empeño de su protagonista (Judith) en denunciar esta situación, que se extiende a otras prácticas deleznables e igual de brutales: la ablación genital, el planchado de senos, la esclavitud sexual, el matrimonio de niñas, etc., abogando incluso por la creación de un Tribunal Internacional Permanente, especial para este tipo de delitos, en la Corte Penal Internacional.

Como remate de la novela, a modo de sentencia, leemos:

Si alguna de estas efímeras gotas humanas se cree superior al resto, se equivoca.
Solo se es especial durante el tiempo que los demás así lo consideran. Todas las características que te hicieron creer que eras único desaparecerán de repente cuando nadie te recuerde, cuando ya nadie les conceda valor alguno.
Cuando todos te olviden ni siquiera serán un recuerdo.
Solo en ese momento te darás cuenta de que las gotas que están más arriba, en la superficie, son las que primero se evaporan.
Pero, entonces, será demasiado tarde.”

Lo dicho, parafraseando al citado Aimós B. Alcott: El dossier de las mujeres sin rostro es una novela que se abre con expectativas y se cierra con provecho.

*Intervención en la presentación del libro en Santa Cruz de La Palma, 8 de marzo de 2018

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