J.J. Rodríguez-Lewis
Publicado en la revista juvenil y cultural Punto y Aparte, nº 2, octubre-noviembre de 1988
Los jóvenes laguneros andan un poco desconcertados y sumamente descontentos por la escasa inquietud y preocupación que muestra el Ayuntamiento de la Ciudad de los Adelantados por sus problemas, demandas y horizontes. El centro de información juvenil, creado recientemente por la Dirección General de la Juventud en concertación o colaboración con el Ayuntamiento, no funciona (y éste es un problema generalizado en todo el archipiélago). En principio, me parece (ejemplos precedentes lo avalan) que las relaciones que se producen entre la Dirección General y los Ayuntamientos, previas a la creación de un centro de información juvenil, o no existen o no son las precisas o, en último caso, no son lo clarificadoras que debieran, porque es obvio que, hoy por hoy, prácticamente no funcionan más de cuatro o cinco centros en toda la región, cuando, en teoría, hay creados más de veinte.
La Laguna, la tercera ciudad de nuestra Comunidad y cabeza del Distrito Universitario, necesita y demanda urgentemente un centro que funcione y satisfaga informativamente las inquietudes de sus jóvenes, muchos de ellos, por mor de la Universidad, ciudadanos de otras islas. El Consejo Municipal de La Laguna es otro ejemplo de la apatía de nuestros dirigentes políticos en materia de juventud, aunque aquí la reivindicación juvenil debería ser más tenaz. Una Federación de Asociaciones Juveniles podría ser el primer paso.
La construcción por parte de la Dirección General (de Juventud) del Gobierno de Canarias de tres albergues juveniles, uno de los cuales tendrá su sede en esta isla (Tenerife; La Palma y Fuerteventura acogerán a los otros dos), viene a cubrir una de las deficiencias más significativas en lo que respecta a servicios asistenciales dentro del mundo juvenil en nuestro archipiélago; no en vano, el de Santa María de Guía, en Gran Canaria, es el único albergue existente en nuestras islas.
Mientras en otras Comunidades Autónomas el número de este tipo de centros es mayor, en nuestra Comunidad, mucho más necesitada de estos por su complejidad insular, carece prácticamente de ellos. Esto es una verdad como un templo, de la cual hasta ahora no había sido consciente nuestra Administración. ¡Qué siga la racha!
El Aula de Cultura del Cabildo Insular de Tenerife ha organizado, entre los meses de septiembre y diciembre, el Primer Ciclo de Teatro Insular que se desarrollará en veinte municipios de esta isla por diez grupos de teatro tinerfeños, entre ellos, Zaranda Troupé y Pantelaria. La idea es extraordinaria. En Canarias, y no sólo en Tenerife, existen multitud de grupos de teatro aficionado o semiprofesionales capaces, con ayuda de las instituciones públicas y privadas, de desarrollar una actividad teatral ingente y de calidad, y de acercar el arte de la escenificación y el histrionismo a los lugares más olvidados de nuestra geografía. Nuestro teatro está vivo, y el Cabildo de Tenerife, es de agradecer, se ha dado perfecta cuenta.
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