domingo, 1 de febrero de 2009

SANTA CRUZ DE LA PALMA, UN PASEO POR EL ENTORNO DEL ANTIGUO CONVENTO DOMINICO

 J.J. Rodríguez-Lewis
Publicado en Turismo y Cultura de Canarias (folleto FITUR 2009) y nº 3 (2010)

Una de las zonas más desconocidas de la capital de la isla es la que comprende el entorno del antiguo convento dominico de San Miguel de las Victorias, hacia el Sur de la ciudad, hoy revalorizado por las mejoras efectuadas en las calles de San Telmo y Virgen de la Luz, y en varios inmuebles de primer orden.
 
Nuestro paseo, siempre por calles empedradas o adoquinadas, se inicia en la coqueta plazoleta de La Luz sobre el puerto de Santa Cruz de La Palma. En ella se puede observar una de las mejores panorámicas del puerto palmero, al configurarse como un balcón-risco sobre este espacio, que se cierra con un muro almenado. La plazoleta la preside la ermita de San Telmo, edificada por los mareantes, antes de 1551, y reconstruida entre 1675 y 1680 por su Cofradía, fundada en 1591. Con una bella balconada en la fachada principal, su retablo mayor, del siglo XVII, es obra de considerable interés, probablemente del escultor Andrés del Rosario. De auténticas joyas, podemos calificar el galeón de San Telmo, una sin par representación de una nave procesional trasunto de un galeón español del siglo XVII, y la imagen titular del templo, la Virgen de la Luz, efigie del siglo XVIII atribuida a Juan Manuel de Silva.

Nos dirigimos, entonces, hacia el mentado exconvento dominico, bajando la recientemente rehabilitada calle de San Telmo. Si queremos, podemos hacer un primer descanso en el Centro Asturiano de La Palma, un pequeño recinto regional donde se reúne la colonia astur de la isla y donde se pueden probar los mejores platos del Principado, acompañados de un culín de sidra. En esta calle, aparte de excelentes representaciones de casas populares, encontramos ya algunas casonas de prestancia, así como un pequeño hotelito de dos estrellas, por inaugurar, que ha adoptado el mismo nombre que la calzada.

La calle San Telmo desemboca en la plaza de Santo Domingo, rehabilitada también hace pocos años, sobre la que se levanta el antiguo convento de San Miguel de las Victorias. Este cenobio dominico fue fundado por fray Domingo de Mendoza en 1530, el tercero de la Orden de Predicadores en Canarias. Durante mucho tiempo fue uno de los más importantes conventos de las islas y desde los años sesenta del pasado siglo se estableció allí el primer Instituto de Santa Cruz de La Palma, creado en 1932, hoy Alonso Pérez Díaz. En la iglesia del convento, la actual de Santo Domingo, podemos disfrutar de seis tablas flamencas que componían el viejo retablo, atribuidas a Pierre Pourbus el Viejo, de una excelente Santa Cena, firmada por Ambrosius Francken, o de un soberbio retablo barroco de columnas salomónicas, De la estatuaria que guarda, deben mencionarse un San Francisco Javier, atribuido al círculo de Pedro Roldán, y dos de la mejores obras del imaginero orotavense Fernando Estévez del Sacramento, un Nazareno y una Dolorosa, conocida como La Magna, que procesionan todos los años durante la Semana Santa en la popular procesión del “Punto en la Plaza” del Miércoles Santo.

Después de observar algunos inmuebles en el entorno de la plaza, de desigual interés, como la casona ecléctica de la Delegación del Colegio de Arquitectos, la nueva construcción del que será Museo de Arte Contemporáneo o el edificio de las Escuelas Municipales, antiguo colegio Sector Sur o Pérez Andreu, podemos detenernos otra vez en la terraza de la cafetería “El Cuentacuentos”, en la propia plaza. Comida rápida, pero de calidad, nos permitirá afrontar sin desmayo el último tramo de nuestro paseo.

Bajando la escalinata de la plaza de Santo Domingo, nos damos de bruces, sin apenas solución de continuidad, con el también rehabilitado Teatro Circo de Marte, sobre la calle Virgen de la Luz. De inminente reinauguración, después de más de veinte años de estar cerrado por la desidia pública y declarado bien de interés cultural en 1997, el Teatro Circo de Marte se creó en 1871, aunque fue concebido inicialmente como recinto para las peleas de gallos. Luego, una vez transformado, ha tenido un uso polivalente, celebrándose en él los tradicionales bailes de salón de la sociedad capitalina, espectáculos circenses, la Danza de los Acróbatas de la Bajada de la Virgen, así como multitud de representaciones teatrales y de danza y, en sus postreros años, de proyecciones cinematográficas.

Muy cerca, una pequeña cuesta nos acerca a la ermita de San Sebastián, que ya existía en 1535, en pleno barrio de La Canela. Reconstruida poco después, fue reedificada a finales del siglo XIX. Sobresalen de su patrimonio las esculturas de San Sebastián y Santa Catalina Mártir, ambas de origen flamenco. Bajando la calle homónima, rebautizada de Pedro Pérez Díaz durante la II República (la única del trayecto aún por rehabilitar), podemos visitar el club de ajedrez Cajacanarias, antes de llegar a la Sociedad La Cosmológica, ya con entrada en la calle Wandewalle. Curiosamente en la calle San Sebastián se encuentra una de las casas que tiene en La Palma el ilustre hijo de esta isla, prestigioso diseñador de zapatos de fama mundial, Manolo Blahnik.

La Sociedad La Cosmológica la fundó en 1881 la intelectualidad palmera de la época, como museo de historia natural y antigüedades aborígenes. Hoy los fondos de la antigua sociedad se encuentran en el Museo Insular de San Francisco, y su principal patrimonio es la Biblioteca Cervantes, creada en 1905, que aparte de los más de veinticinco mil volúmenes que guarda, atesora una rica hemeroteca con la mejor colección de la prensa palmera de finales del siglo XIX y primera mitad del XX, la más prolífica ponderadamente de Canarias. Se puede apreciar también la primera imprenta que llegó a la isla en 1835. El edificio, de porte amplio sobre las primeras casas de la plaza de España, resulta ser la antigua alhóndiga o Casa de Pósitos de la ciudad.

El itinerario termina en la trasera de la parroquia de El Salvador y en la entrada alta de la plaza de España. Este acceso a la plaza de España permite apreciar una de las mejores perspectivas del espectacular recinto renacentista que agrupa a la fachada principal de la iglesia matriz, la torre fortaleza, la plaza y la estatua del cura Díaz y el Ayuntamiento de la capital, además de casas de cierta alcurnia, como la de Kábana o Lorenzo, la primera de las cuales alberga el centro asociado de la UNED en la isla.

4 comentarios:

  1. Gracias por este paseo, que a pesar de haberlo recorrido desde la silla de mi despacho, me queda la sensación de haberlo disfrutado más que las veces que paso por todos esos lugares que tan bien has sabido describir. Es una pena que pasemos a diario por nuestras calles y no nos "paremos" a percibir y a valorar su belleza y encanto. Pero decirte que se echa de menos a medida que vas leyendo el texto la calidad y la riqueza descriptiva de los primeros párrafos.Felicidades por tu iniciativa, sigue haciéndonos saborear los rincones de nuestra capital.

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  2. No he tenido ocasión de disfrutar de estos parajes, calles y monumentos asi como del contacto de sus gentes...pero no pasará mucho tiempo sin que viaje a estas tierras....cierro los ojos e imagino caminando por allá....
    felicidades

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  3. casi puedo sentir los adoquines bajo mis pies cuando descubro tan prolija descripción de cada rincón del centro y entorno de SANTA CRUZ....y mi mente se evade y los pensamientos que me afloran se instalan en cada paso por estas calles

    cautivadora y sublime...seductura y genial...
    gracias JJ, por tu amor a la ciudad

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  4. Este artículo de J.j. Rodríguez-Lewis, fue presentado en Fitur 2009. Gracias, amigo me dio mucha suerte ese año!!!

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