domingo, 5 de abril de 2009

CRISIS EN GETSEMANÍ*

Este año nuestra tradicional monición no puede obviar la situación actual del país, incluso de nuestro entorno más desarrollado, sacudido por una crisis económica y financiera que parece habernos cogido a todos un poco desprevenidos. Una coyuntura que, fuera de los grandes números y magnitudes, tiene unas consecuencias gravísimas para las economías domésticas y para gran parte de los ciudadanos, como los pequeños autónomos y los muchos asalariados que dejan progresivamente de serlo.

Una crisis, en definitiva, que convierte a muchas familias en auténticos “cristos” de este mundo y a nuestra comunidad en casi un nuevo Getsemaní, un Huerto de sinsabores, de penurias y frustraciones, que invoca una oración que nos recuerda el “Señor, que pase de mi este cáliz” del cristo más desgarrador. Y esta es la plegaria que hoy hacemos por todos las personas que ya, o quizás muy pronto, sufren necesidad con motivo de esta situación: dificultades económicas, desempleo, desilusión, depresión, pobreza...

Pero, esta vez, no podemos quedarnos dormidos como los tres apóstoles en la mayor “crisis” del Salvador. Hoy estamos obligados a velar y a esforzarnos porque “este cáliz” sea lo más pasajero posible y a acompañar en su agonía a todos aquellos que estén padeciendo por esta causa. Tenemos el deber de hacernos apóstoles “despiertos” de la solidaridad, de la caridad, de la amistad real, y de estar juntos a todos aquellos “cristos” que se han visto socavados por un trance de esta dimensión con el que no contaban. Por todos ellos, es nuestra ofrenda de hoy.

Precisamente, porque es la hora de que no nos venza el cansancio, de que no nos rindamos fácilmente, de que no nos abata el desánimo. Todo lo contrario, es el momento de seguir caminando erguidos, tendiendo la mano y ayudando a levantarse, y de, como Cristo, enfrentar el destino.


*J.J. Rodríguez-Lewis, Monición de entrada a la Misa de las cofradías de Nuestro Señor del Huerto y de Nuestra Señora de los Dolores, Domingo de Ramos, 5 de abril de 2009

3 comentarios:

  1. Bonita monición, bien hilvanada y absolutamente pertinente. Demuestras que se puede escribir de sentimientos cristianos, de religiosidad, sin resultar empalagoso ni excesivamente pío. Felicidades.

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  2. Muy bonita...Felicidades

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  3. Precioso. Muy bonito, oportuno, incluso alentador...realmente ahora mas que nunca es el momento adecuado para que nos paremos a reflexionar sobre muchas cosas y desarrollar esos valores a los que haces refencia: la fe, la solidaridad, el espíritu de lucha, el afán de superación, etc...

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