sábado, 5 de diciembre de 2009

CARTA DESDE LA RAZÓN

Fue “gracioso” que hace unos días me hablaras de sosería en clara referencia a mi postal (¡y con lo que me costó llevártela!). Y no me quiero justificar, dada mi condición de aprendiz de escribiente, probablemente lo haya sido. Mas, a decir verdad, resulta como poco un tanto irónico, dadas las circunstancias que nos rodean –un corazón lastrado por las represiones de la razón y la coherencia- y cuando en ocasiones como la presente esta alma suele brindar inspiración a borbotones.

No es complicado adivinar cuántas cosas me hubiera gustado decirte. ¿O qué crees que ha significado el silencio de tanto tiempo? El silencio, en un contexto como el nuestro, no puede ser otra cosa que el mayor de los ruidos o, cuando menos, como decía un filósofo escocés (Thomas Carlyle), más elocuente que las mismas palabras. La reserva de tanto tiempo habita el rincón donde la esperanza solloza, se convierte en una suerte de guarida donde la ilusión, a oscuras, se marchita. Pero si era esclarecedor. ¡Qué momentos más duros! ¡Qué dilema más cruel! Opté, en fin, por la renuncia, por apartarme de una batalla que apenas había comenzado. Todos sabemos que los logros más importantes no se consiguen sin esfuerzo. Y, a veces, el silencio es el más abnegado de todos.

Siempre conservé tus breves notas de entonces, aquellas que encontraba al regresar a mi despacho cuando el destino se empeñaba en que primara el desencuentro. Quizás fuera porque con cada una de tus palabras escritas en un papel, yo me imaginaba el resto de la carta, y, claro, yo, de las cartas personales, nunca me he deshecho. O tal vez fuera porque la vida nos esconde lo mejor de nosotros mismos, y hay que estar alerta, quién dice que no podría ocultarse en alguna de esas tiernas glosas que el viento deslizaba hasta mi mesa.

También es posible que éste que suscribe no pueda ser de otra forma: o medio desabrido o demasiado apasionado, y sólo por esta vez, la lealtad y el afecto bien valen parecer lo primero. Sin embargo, si con el tiempo, la vida nos vuelve a colocar de frente, y en ti puedo albergar mi ventura, no dudes de que apostaré, sin desviaciones. En realidad, ¡quién hubiera podido imaginar que en ese rinconcito de melancolía que todas las mujeres guardan, aun en las más sinceras confesiones, había un lugar para mí!

9 comentarios:

  1. Me quedo con el ser demasiado apasionado. Arriesgar, apostar; la vida sin eso es demasiado insípida, o quizá es ya lo suficientemente dura como para dejar escapar las oportunidades. El afecto, si es sincero, no se pierde nunca, pero la pasión si puede desaparecer.
    Repito: me quedo con el apasionado.

    besos

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  2. En los temas de sentimientos, nunca debería estar “lastrado el corazón por las represiones de la razón y la coherencia”. Hablamos de sentimientos, no de trabajo, o cualquier otra cuestión de nuestra vida.
    ¿Y por qué renunciar? Cuando un sentimiento es fuerte, se obvia todo lo demás. Creo que el protagonista de tu post es un cobarde que disfraza este defecto en lealtad, afecto y el buen hacer porque así se puede excusar y continuar su rutinaria vida, en el fondo, no plena. ¿Por qué renunciar a una vida feliz? ¿Por qué no intentar lo que realmente se desea? Quizá el miedo al fracaso o los riesgos que conlleve esos nuevos sentimientos sean algo que no todo el mundo esté dispuesto a pagar. Nunca aceptaré el no plantar batalla por todo aquello que de verdad te interesa, y en cuestión de sentimientos, muchísimo más. El amor, en cualquiera de sus facetas, es lo más importante en la vida. Cuando amas estás vivo. Es cierto que el desamor te hace infeliz pero si no arriesgas nunca, no tendrás opción de encontrar la verdadera felicidad.
    Luchar, siempre luchar, aunque hay que saber distinguir las batallas perdidas y retirarse con honor.

    Nuevamente, felicidades por estas entradas que, al menos a mi, me hace buscar en mi interior y averiguar cómo soy realmente.

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  3. Yo en la misma línea que el anónimo dos, me parece que la cobardía no puede ser lo que mueva o detenga un sentimiento eso está claro, pero a veces la circunstancias de la vida te obliga a llevar a cabo renuncias, porque en tu decisión no solo estás tú y la otra persona, sino que salen perjudicados terceros y creo deducir que este es el caso, no es fácil, sobre el silencio que vale más que las palabras, pues tampoco estoy de acuerdo, el silencio puede ser entendido de mil formas diferentes, así que es mejor decir y contar lo que deseas aunque no puedas llevarlo a cabo.La frase que me parece que puede dar más juego a la hora de compartir opiniones en este blog es la de que las mujeres tenemos un rinconcito de melancolía y en las más sinceras confesiones decimos lo que no queremos ni siquiera pensar, pero como conformarte con eso sólo? Aparte de todos los calificativos que aquí se puedan verter el peor de todos es el conformismo. Así que mucho ánimo a todos aquellos que sufren por amor!!!!!Bs

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  4. siempre digo que los momentos y los sentimientos no pueden congelarse.- el mundo, o bien las situaciones, las personas o las percepciones y sentimientos cambiamos. Qué es eso de si la vida nos vuelve a colocar de frente? porqué o por quién posponer decisiones que debemos adoptar en un determinado momento?. Una de tres: o se es un cobarde o el sentimiento no es muy fuerte, o somos conformistas, aún a expensas de renunciar al AMOR con maýúscualas-. Y es por eso de la lealtad?, qué es lealtad? quizás es una forma de mentir a la pareja el estar por estabilidad y conformismo, y una forma, en definitiva,de deslealtad, aún a costa de no ser feliz.

    Entiendo que el protagonista del post quiere albergar esperanzas en quien ahora no atiende-o le conviene- pero a la vez le da pena que se aleje definitivamente. Si no, a veces, es dificil de entender.

    Abrazos

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  5. Juanjo que bueno! hay que ver como esta la plebe que visitamos este blog, los tres comentarios muy buenos si señor, tremenda caña al pobre, hasta pena me está dando.Pero cada vez que leo a Gaby más me gusta, cierta debilidad, y la verdad es que no se porqué.Buenas noches a todos-as y a tí Gaby para siempre un servidor...

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  6. Quiero desear a todos los que durante este tiempo hemos compartido opiniones en este blog ¡Muchas felicidades! y un futuro lleno de alegría, imaginativo y visionario para saber que es lo prioritario y sobre todo con quien y para quien gastas energías.Feliz Navidad!!!!!

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  7. No quiero creer en las tragedias íntimas,en las culpas que nos han inculcado para vencer a los sentimientos, en evitar lo inevitable, para luego sentir una profunda herida por no decir lo que sentimos, aunque sepamos que no tenga futuro ni quizas presente. Hay que hacer hablar al corazón.Si quiero creer en la bondad de la pasión, en esos días que lejos de tener el corazón lleno de razones para evitar lo evidente, damos rienda suelta a nuestros sentimientos, esos dias valen años, décadas, y sirven para volver a soñar, a creer en que lejos de los convencionalismos, no hay pecado en la pasión , esa culpa que siempre nos persigue, aunque sólo sea culpa para la sociedad tan maquillada de atenta mirada enjuiciadora....Unir cariño, amor ,pasión y saber que en el fondo eso no tiene una fecha, ni una obligación,ni un contrato, que nace porque el corazón te guia, no es nada malo.
    La vida es tan corta, la bondad de la salud es en ocasiones tan débil, lo inesperado tan frecuente.
    Hermosa historia de Amor, aunque esa vida este llena de secretos que no verán la luz..lo más íntimo, es sentir que por ese día un lunes oscuro y temeroso se convierta en un domingo luminoso, que llena cada rincón de nuestra alma.A Johanssson

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  8. sin palabras.
    para el ultimo anónimo.

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  9. Hay que hacer hablar al corazón.Si quiero creer en la bondad de la pasión, en esos días que lejos de tener el corazón lleno de razones para evitar lo evidente, damos rienda suelta a nuestros sentimientos, esos dias valen años, décadas, y sirven para volver a soñar, a creer en que lejos de los convencionalismos, no hay pecado en la pasión , esa culpa que siempre nos persigue, aunque sólo sea culpa para la sociedad tan maquillada de atenta mirada enjuiciadora....Unir cariño, amor ,pasión y saber que en el fondo eso no tiene una fecha, ni una obligación,ni un contrato, que nace porque el corazón te guia, no es nada malo.
    La vida es tan corta, la bondad de la salud es en ocasiones tan débil, lo inesperado tan frecuente."

    Casi a los dos años de este comentario, yo lo hago mío..
    Gracias anónimo....dedicado a nuestros corazones

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