ELIRERTO GALVÁN, HOMENAJEADO

Merecido, aunque desangelado, tributo al Canarias de Madrid
El pasado sábado, en el marco del I Foro de Baloncesto Base, que se celebraba en Los Llanos de Aridane, la Federación Insular tributó un justo homenaje a los jugadores palmeros componentes del legendario Canarias de Madrid, equipo que aquellos estudiantes de la isla crearon en los años 40 y que lo llevaron -en poco tiempo- hasta el subcampeonato de España en 1947 (y sobre el que, en este mismo blog, puede leerse un extenso artículo http://jjrodriguez-lewis.blogspot.com/2008/11/el-canarias-de-madrid-j_23.html#comments ). De aquellos ínclitos baloncestistas (Elirerto Galván, Mariano Rodríguez [Vega], Ramón Ramos, Manolo Perera y Sergio Pérez Escanaverino), sólo vive en la actualidad el ilustre médico Elirerto Galván, sin discusión, el mejor de todos.

Elirerto Galván fue, como casi siempre, el máximo anotador del equipo en aquella histórica final contra el Barcelona de Galve y Kucharski; fue asimismo seleccionado por la Federación Centro para un enfrentamiento contra la Catalana y, para la otra figura del conjunto, el tinerfeño Eugenio Machado, fue el principal baluarte de la formación durante toda su trayectoria. Pero [don] Elirerto (se me hace difícil no anteponerle el “don”), que también había sido subcampeón de España juvenil, con una selección provincial, en uno de los primeros Juegos del Frente de Juventudes en 1939, hizo mucho más por el baloncesto insular. El Arsenal, quizás el equipo más representativo de los primeros cuarenta años de nuestro baloncesto, fue obra suya y luego continuó en los años sesenta presidiendo la Delegación Insular de la Federación Tinerfeña de Baloncesto cuando nadie quería hacerse cargo de ella, compartiendo con Manolo Calderón (éste como delegado de Juventudes), buena parte de la excelente promoción deportiva de aquellos años.

El acto tuvo como escenario el salón de conferencias del flamante Museo Arqueológico Benahoarita. Antes de la hora señalada, ya andaba por allí [don] Elirerto Galván, con la apostura y la galanura que le caracteriza y que no pierde pese a los años, acompañado de su familia, para recibir ese merecido y tan postergado tributo, como también pudo asistir una hija del desaparecido Ramón Ramos (otro polifacético y entusiasta deportista y dirigente deportivo). Pero la concurrencia, tristemente, la componían apenas dos docenas de cursillistas del foro organizado por la Federación, incluido el presidente de la UB La Palma (el del CB Aridane abandonaba poco antes la sala en dirección al pabellón porque su club disputaba su partido EBA a la misma hora) y el consejero de Deportes del Cabildo.

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Aunque felicito sinceramente a la Federación por la iniciativa (no quieran ver en este humilde post una aviesa crítica), creo -a fuer de honrado- que no se acertó ni con el lugar (la capital era lo lógico) ni con el momento. Y pese a la emoción y el agradecimiento que, sin duda, sintió el insigne médico y deportista, por él y por sus compañeros, el acto resultó, en general, deslucido y desangelado. Nada parecido a sus competidos partidos en la vetusta pista de tierra del distrito madrileño de Barceló, donde gran parte de la colonia canaria no se cansaba de animar el cotarro como fiel hinchada.

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*Gracias a Iván López, jefe de prensa de la FIB, por la foto que ilustra el post.