sábado, 22 de marzo de 2014

EL ENTUSIASMO

Bertrand Russell define al entusiasmo como el rasgo más universal y distintivo de las personas felices. Y no me sorprende. A mi juicio, el entusiasmo es una disposición de ánimo que es la madre de todas las batallas, batallas emocionales, claro. Por lo mismo, su falta es la razón de tantas y tantas frustraciones. En realidad, si no queremos limitarnos a sobrevivir, necesitamos de alguna manera engancharnos a una pasión,  es decir, entusiasmarnos, en la medida de lo posible, con algo o con alguien. Un trabajo, una afición, una dedicación altruista, un deporte, un amor...

Para Paulo Coelho el entusiasmo es un lenguaje  que todos comprenden, porque es el lenguaje de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree. El entusiasmo es, por lo tanto, todo lo contrario del desaliento y la tibieza, esto es, el revés, la "cara b" del desánimo y la apatía.  El entusiasmo habita en territorio encantado, es pura alquimia: refuerza los cimientos de nuestro tesón y carga el depósito de nuestra alegría.

Además, el entusiasmo es una disposición de ánimo, una animosidad contagiosa, que se propaga sin vocearse, que conmueve por simpatía y que agita conciencias. Por eso muchos poderes públicos y fácticos prefieren una sociedad sin entusiasmo, porque una sociedad adormecida, inapetente, es difícil que se exalte, que se encienda. Pero el entusiasmo no deja de ser un estado de excitación un tanto particular, porque yo creo que ese fervor, ese ánimo exaltado no es colectivo, al menos en origen. El entusiasmo nos pertenece a cada uno, aunque luego ese sentimiento embriague a otros, los ilusione, y estos acaben por compartir contigo la misma dicha, el mismo propósito.

Tampoco podemos perseguir nuestros sueños,  perseverar en nuestros afanes,  sin el debido entusiasmo. Sueños y entusiasmo caminan de la mano, se requieren mutuamente. Mas un entusiasta no es un fanático o un impulsivo,  un entusiasta es más bien una persona apasionada por lo hace o por lo que crea, por lo que ofrece a los demás o por lo que comparte con sus amigos o sus amores. A una persona  entusiasmada la detectamos con facilidad; la advertimos, por ejemplo, en la ternura que acompaña a todas sus acciones, porque la ternura tiene mucho de preocupación por el otro, de empatizar con él, de escucha activa y asertividad, aunque no lo parezca. Por eso el entusiasmo es un buen termómetro del amor. En función del entusiasmo que nos genere la pareja, del número y calidad de las cosas que queremos compartir con ella, mayor será el amor y mayores la posibilidades de éxito y felicidad. Por el contrario, su falta -para qué engañarnos-, marcará inevitablemente el ocaso de la relación, el punto de inflexión de su declive.

9 comentarios:

  1. Entusiasmado, estar inspirado por los dioses, pirrado, chiflado por algo o por al alguien, cada uno experimenta este estado de ánimo no siempre coincidiendo el motivo. Que más da lo que te lo produce! Lo importante es sentirlo. Yo cambiaría la tan manida "indignados" por la de "entusiasmados". Que es lo que entusiasma en tu vida? A mi la propia vida.

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  2. ARP (desde Facebook)23 de marzo de 2014, 15:43

    Que bueno q vuelvas a escribir cosas así...

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  3. IDB (desde Facebook)23 de marzo de 2014, 15:44

    Has dado en la diana... Fantástica explicación del entusiasmo... pura alquimia de los guerreros de luz. Comparto amigo...

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  4. MAMR (desde Facebook)23 de marzo de 2014, 15:45

    Comparto plenamente "EL ENTUSIASMO". Es un razón para cualquier meta que nos tracemos en la vida. Gracias Juan José por hacerme ver esta vivencia positiva.

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  5. Espero que sigas entusiasmado para que sigas escribiendo cosas como esta y que sigas compartiendo saludos j.j

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  6. Mas un entusiasta no es un impulsivo, un entusiasta es más bien una persona que lo hace por lo que crea, por lo que ofrece a los demás comparte con sus amigos o sus amores.

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  7. Estoy de acuerdo con la definición de Bertrand Russell sobre el entusiasmo como el rasgo más universal y distintivo de las personas felices.
    Si reflexionamos sobre cuando estamos felices llegamos a la conclusión que esa energía sale del interior del interior de cada uno, porque aquella que creemos que nos brinda lo exterior es efímera, superficial y discontinua. .
    El entusiasmo que perdura en el día a día surge de la Alegría de estar aquí y ahora y la Gratitud hacia la Vida para sentir y expresar la magia que habita en cada uno y los demás son la oportunidad de conocer nuestras sombras, nuestros tesoros, quiénes somos.
    Sueños y entusiasmo van de la mano, por eso dejar de soñar es dejar de ser niño y por lo tanto muere el entusiasmo.
    Si no estamos entusiasmados con la vida, con lo que somos, con lo que damos, con el misterio del mañana nadie podrá entusiasmarnos....
    Muchas gracias JJ por compartir lo que no pudiste dejar en tu pensar ni de tu latir...
    Un abrazo de Gran Canaria...jajajjajajja


    Sueños y entusiasmo caminan de la mano, así es, si dejamos de soñar dejamos de ser niños y entonces el entusiasmo también muere.

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  8. Si no tenemos entusiasmo vamos por la vida en modo automático, perdiéndonos tantas y tantas cosas maravillosas......todo lo que escribes llega al alma.........gracias por compartirlo....un saludo.

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  9. Estoy entusiasmada con tu nuevo libro ..La Posada de los secretos !!! Suerte ..un saludo :D

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