LA COMEDIA TEATRAL

J.J. Rodríguez-Lewis*

Publicado en Diario de Avisos, el 27 de agosto de 1986

Santa Cruz de La Palma es, sin duda alguna, un auténtico escenario del teatro más pintoresco, donde se desenvuelve una larga serie de personajes, actores los más, en el difícil arte del histrionismo más vergonzoso. El disfraz, la máscara, son los instrumentos de la más injusta de las comedias teatrales, que desaparecen cuando comienza la difamación, la falacia y la mentira.

Yo apunté en su momento que la sociedad “La Cosmológica” era una vergüenza, esto es, que era un ente “subdesarrollado”. Hoy, francamente, he de corregir mi afirmación y he de decir, con la misma rotundidad, que la sociedad “La Cosmológica” es un ente “en vías de desarrollo”. Y tal afirmación no es gratuita. Hoy, el esfuerzo que sus dirigentes actuales han desarrollado para su potenciación, ha sido compensado negativamente por su comportamiento humano, puesto de manifiesto sin la más mínima deferencia ética y justicia social.

Yo, sépanlo, no escribo precisamente para ganarme enemigos. Pero, cierto es también, que tampoco lo hago pensando exclusivamente en ganarme adeptos. Hago examen de conciencia diariamente, y mi libertad al escribir alcanza a la misma en el más puro de los entendimientos psíquicos. Ni represento mi papel con disfraz, ni guardo cartas en la manga; lo que escribo es únicamente resultado de la observancia empedernida y crítica de la realidad de nuestra sociedad, especialmente en lo que afecta a mis hermanos de generación. Denuncio lo que considero nefasto y me rebelo fundamentalmente ante la injusticia.

Y la comedia teatral que diariamente se representa en nuestras calles me parece sinceramente grotesca. Todos conocen el papel que han de desempeñar y quienes se atrevan a modificarlo cometerían delito de desobediencia sociológica. Y eso se paga caro. No obstante, en el esperpento de nuestra sociedad son los histriones quienes tristemente ocupan un lugar destacado.

El periodismo decimonónico tiene para mí tres personalidades relevantes: Larra, Leopoldo Alas “Clarín” y Pérez Galdós; escribir como ellos lo hacían sería de gran mérito por mi parte, mas los tiros no iban precisamente por el lado del elogio, todo lo contrario. Como tampoco lo de las citas inventadas (cómo se puede hablar de citas “inventadas” cuando no se ha leído “La agonía del cristianismo”, no se ha visto el Ya dominical del que hablo y no se ha asistido al I Curso de Iniciación al Periodismo del CICICOM) o lo del curso de periodismo intensificado (hoy la libertad de expresión, garantizada en el artículo 20 de nuestro texto constitucional, se le llama “curso de periodismo intensificado”). Todo esto y más se ha declarado sobre el que suscribe. ¿Su efecto?, Hilaridad, francamente.

Lo de los jóvenes comunistas me preocupa más. De verdad, no deseo que representen los mismos personajes a los que he hecho referencia en la comedia cotidiana de la intrahistoria de nuestra ciudad. En todas las tertulias y conversaciones sobre el particular, en las cuales he participado, he reconocido que las JJ.CC. son las juventudes políticas más activas del panorama insular. Y guardo asimismo con nuestro Alcalde una estupenda relación y le tengo en alta estima. Así que no tengo nada contra los comunistas, y menos contra los jóvenes de esa ideología. No obstante, ésto no es óbice para que manifieste mi postura abiertamente contraria en lo concerniente al tan tarareado Consejo Insular de la Juventud y a su constitución previa a los Consejos Municipales. De todas formas, ahora tengo más interés en algo más específico: el sistema de representación en dicho Consejo. ¿Quiénes estarán representados? ¿De dónde? ¿En qué proporción?, etc.

Por último, no quiero terminar sin referirme a la declaración de “persona non grata” a un servidor por quienes ostentan la representación colegiada de la sociedad “La Cosmológica”, de los cuales particularmente no espero dispensa de ningún tipo porque me lo tengo bien merecido. Abur.

*19 años