sábado, 30 de abril de 2005

AMIGOS

J.J. Rodríguez-Lewis / Puerto de la Cruz
Monición de entrada para la Misa de la Cofradía de Nuestro Señor del Huerto, Domingo de Ramos de 2005

En Getsemaní, Jesús nos muestra lo vulnerable que puede llegar a ser la amistad. En el Huerto, al pie del Monte de los Olivos, LLEGADA LA HORA, Cristo se hizo acompañar de tres de sus discípulos: Juan, Pedro y Santiago, y les rogó que velaran con Él.

Pese a ello, sus acaso seguidores más queridos y avezados, no respondieron a la llamada de su Amigo y se durmieron en el momento más humano, más existencialmente dramático de Jesús. Ahora bien, Jesucristo no por ello trocó su amor hacia ellos. No por ello, los apartó de su vera o los abandonó a su suerte.

Hoy, cuando un amigo nos falla en algo mucho más baladí, nuestra amistad se resiente, se fractura. Es más, ¡cuántos casos conocemos en que la amistad llega a romperse por cuestiones sin importancia o de importancia relativa, incluso entre hermanos!

Dice don Quijote (hoy de vuelta a la actualidad por su 4º centenario) que “amistades que son ciertas, nadie las puede turbar”. Como Cristo, cuando a alguien lo llamamos amigo, es porque nos preocupan sus problemas, porque nos interesamos por su devenir y los aceptamos con sus virtudes y sus limitaciones y, lo que es más importante, no llevamos cuenta de lo que hemos hecho por ellos.

Cristo no se separaba nunca de los suyos; los protegía constantemente: con sus enseñanzas, con su compañía, con su ejemplo. El obispo Echevarría nos advierte de que tanto la lejanía física como la falta de trato puede producir el enfriamiento o la pérdida de la amistad. Como ocurre con Dios. Cuidemos, pues, estos aspectos.

Igual que Cristo nunca nos deja solos, debemos estar alertas ante las necesidades de nuestros amigos, adelantarnos a su llamada (que, en muchas ocasiones, ni se produce). No nos durmamos como Pedro, Juan y Santiago en Getsemaní, cuando nuestros amigos sobrellevan momentos cruciales en sus vidas. Velad con ellos, no vaya a LLEGAR LA HORA y la oportunidad fallida.

1 comentario:

  1. "alguien lo llamamos amigo, es porque nos preocupan sus problemas, porque nos interesamos por su devenir y los aceptamos con sus virtudes y sus limitaciones y, lo que es más importante, no llevamos cuenta de lo que hemos hecho por ellos"....
    GRACIAS A TODOS MIS AMIGOS Y AMIGAS .... DE AQUI Y DE ALLÁ....DE TODOS LOS PUEBLOS DEL MUNDO QUE ESTA VIDA SE ENCARGÓ DE ENCONTRARNOS.....OS QUIERO COMO SOIS....
    UN BESO FUERTE A CADA UNO

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