jueves, 26 de julio de 2007

EL ADALID Y EL NOTICIERO (III)


La prensa palmera en las postrimerías del siglo XIX
Un modelo de periodismo político y polemista de la épocaJ.J. Rodríguez-Lewis
Fátima Llarena Ascanio
Publicado en Diario de Avisos, el 26 de julio de 2007


1 El Noticiero. Cuestiones generales y formatoEl Noticiero se subtitula “político y de intereses generales”. El periódico inicia su andadura el 7 de agosto de 1894 y su último número ve la luz el día 24 de julio de 1895. Su director fue el masón Luis Vandewalle y Quintana, marqués de Guisla-Guiselin, hasta el 8 de enero de 1895, que lo sustituye Juan José Rodríguez Hernández. Entre el 23 de marzo de 1872 y el 24 de noviembre de 1874 se publicó en Santa Cruz de La Palma un semanario informativo también denominado El Noticiero.
El periódico se imprimía en la imprenta “El Time” y se publica tres veces a la semana (martes, jueves y sábado, excepto los días de fiesta), aunque a partir del nº 55, de 5 de enero de 1895, comienza a salir sólo dos veces (miércoles y sábado).
El Noticiero se vendía a 10 céntimos el número suelto. El precio de la suscripción mensual en la isla era de una peseta, al trimestre en la provincia 3,25 pesetas y en la península 3,75. Por un año en la Antillas y extranjero la suscripción ascendía a 25 pesetas. La tirada, por lo general, era exigua.
Como era habitual, el ejemplar tenía cuatro páginas y se imprimía a cuatro columnas. Ningún ejemplar ofrece fotografías por las razones ya expuestas y las ilustraciones con dibujos y grabados aparecen en la cuarta página en relación con la publicidad. Se usa también el corondel entre columnas propio de la impresión de los periódicos en máquinas planas de plomo.

2 Distribución de la informaciónLa segunda y tercera página acaparan las noticias al margen de su origen. La información se dispone de forma desordenada, siguiendo el criterio que impone la hora de llegada a la redacción del periódico (probablemente tal y como llegaban a través del telégrafo). Los numerosos artículos de opinión se mezclan con la información y la mayor parte de las informaciones se disponen en formato breve con pequeños subtitulares.
Las secciones fijas aparecen siempre en la primera página del periódico bajo distintos rótulos: Anuncios Preferentes, Precios de Suscripción, Tarifa de Anuncios, Estado actual de los cambios (en España, Londres, París y respecto al oro), Registro Civil (con datos diarios de los nacimientos en los que se hace constar el nombre y su condición de legítimo, natural o expósito; las defunciones con expresa referencia al nombre, años, estado civil, dirección y causa de la muerte del difunto; matrimonios y efemérides correspondiente a los tres días siguientes). Además, una Sección Comercial dedicada a la Bolsa y al sector del plátano, tomate y al mercado de la cochinilla.
La primera y segunda página durante el año 1894 se editan bajo un mismo formato siguiendo la tradición anglosajona: divididas por la mitad, en la parte superior a cuatro columnas se recogen en la primera página las secciones indicadas en el párrafo anterior y en la parte inferior, con el fin posiblemente de ser recortado, a dos columnas sin corondel, normativa estatal que se va publicando en serie para ser coleccionada. A partir del 5 de enero de 1895 cambia el formato de estas páginas que pasan a ser a cuatro columnas sin divisiones. Se mantienen en la primera página las mismas secciones pero ya se introduce algún anuncio publicitario y crónicas políticas.
En la segunda y tercera página se mezcla la información local, sobre todo de Santa Cruz de La Palma, con informaciones provinciales, reproducciones atrasadas de periódicos de fuera de la isla, artículos, crónicas y discursos políticos y telegramas.
La publicidad siempre aparece en la cuarta página. Los reclamos publicitarios son casi siempre los mismos. Se suceden distribuidos en las cuatro columnas, algunos ilustrados con algún grabado o dibujo. Los textos para ser resaltados y darles atractivo se enlutan y bordean con distintos trazados. Los anunciantes principales son la Imprenta de El Time, distintas clases de jarabes, anuncios de ventas de casas y de venta de vinos en el establecimiento El Palmense, el fertilizador Guano, la misma obra de Pedro J. De las Casas y The Palma Hotel. En la primera página se publica diariamente la tarifa de los anuncios, “a 10 céntimos de peseta la línea sencilla en la 1ª plana, a 6 céntimos en la tercera y en la cuarta a precios convencionales”.
En los ejemplares de 1895 aparecen anuncios publicitarios en la primera página y en el número publicado el 5 de enero se incluyen anuncios en inglés (The Palma Hotel, Medical Springs), síntoma del incipiente turismo enfocado a estancias con fines terapéuticos y medicinales.
Se incluye con frecuencia bajo el título de Noticias de Prensa en la tercera página informaciones de otros periódicos nacionales y canarios (El Liberal, El Imparcial, El Tiempo, El Nacional o El Memorándum), así como referencias a un diario de La Habana, El León Español. Periódicamente El Noticiero recoge extractos de noticias internacionales, aunque apenas se hace eco de los grandes acontecimientos. Entre sus contenidos incluye Correspondencia y Cartas al Director. Otras noticias breves aparecen bajo el título Telegramas, frecuentemente firmadas por la Agencia Almodóbar.

3 Ponderación y contenido de la informaciónLa política en cualquier ámbito constituye el contenido principal del periódico. La defensa de los intereses generales de La Palma junto con las disputas ideológicas con otros representantes de la prensa palmera ocupan la opinión, la crónica y las noticias breves. Las informaciones más destacadas hacen referencia a las intervenciones en el Congreso de los diputados cuneros Bernar y Fernández de Henestrosa y a los distintos discursos de Sagasta y Cánovas. La información local ocupa un lugar destacado en los artículos de opinión y noticias breves, normalmente con un tono crítico por la desidia de los representantes públicos ante las necesidades de la isla. Son constantes las alusiones a otros periódicos de Santa Cruz de La Palma como El Dínamo y, en especial, El Adalid, por su ideología liberal. Abundan también las referencias a Puerto Rico, Filipinas y en especial a Cuba. Los pocos titulares encontrados son a una columna, formados apenas por una palabra y carentes de atractivo y sensacionalismo.
El género dominante es la opinión que se desarrolla en la segunda y tercera página. No obstante, los géneros no aparecen claramente diferenciados, y la opinión y la información se confunden. La noticia directa suele aparecer en formato de breve y con frecuencia en extractos de informaciones de otros periódicos.
El Noticiero se subtitula periódico político y de intereses generales, el subtitular más frecuente en la prensa canaria en la segunda mitad del siglo XIX. Aproximadamente al mes de su nacimiento, en la edición de 11 de septiembre de 1894, nuestro periódico señala, “Nuestra misión (…) exponer y defender nuestro programa político y recabar para esta isla todas aquellas mejoras que consideramos necesarias a su prosperidad (…) manteniéndonos a la altura que corresponde a la dignidad de la prensa y a la cultura de esta población…”
Nace este periódico en pleno gobierno del partido liberal o fusionista, que integraba a progresistas y demócratas bajo la jefatura de Sagasta; hasta 1895 éste no es sustituido por un nuevo gobierno conservador. La opinión del periódico lo sitúa en la órbita de este partido; así, en su número de 20 de septiembre de 1894, bajo el título ilustrativo “Como piensan los conservadores” declara: “vinimos a la vida de la prensa política con la representación de los ideales del partido en que por honra nuestra, militamos…” “Un cambio de política, la caída del poder del Gobierno y del partido liberal, la subida del partido conservador y todo esto cuanto antes y con toda urgencia”.
La polémica con su colega liberal El Adalid marcará gran parte de los contenidos del periódico. El enfrentamiento dialéctico nos deja muestras como la siguiente alusión al periódico de talante liberal, en su edición de 27 de septiembre de 1894, bajo el título de Granzones: “…es (El Adalid) un titiritero con gregüescos de payaso que baila la isa, haciendo obscenas piruetas, cobrando por tan poco envidiable oficio, buenos duros, que salen de la caja que suelen tocar con frecuencia los inspiradores del épico cantar del fusionismo leonino”. En otras ocasiones, lo descalifica con expresiones como “periodicucho” o le resta credibilidad tachándolo de “periódico fusioleonino”.
También encontramos otras polémicas con otros periódicos de la época, como con El Defensor de la Patria de Las Palmas, con motivo del incumplimiento de los apoyos que habían pactado en la Diputación los liberales palmeros con los conservadores tinerfeños frente a los representantes grancanarios (11/12/1894). Pero no todo son críticas a los colegas, en ocasiones, encontramos alabanzas, como las que observamos en el ejemplar de 1 de septiembre de 1894, en el que se elogia una campaña promovida por el periódico democrático El Dínamo.
El tema principal, empero, es la defensa de los personajes políticos a los que representaba el periódico o con cuyo signo político comulgaban y las mejoras logradas para la isla por ellos, que son presentadas a la población como triunfos de su actividad política (en las carreteras o en el puerto de Santa Cruz de La Palma, v. gr. ). Mientras que el retraso en esas mismas obras era el argumento para criticar al político no afecto de turno, en este caso los diputados cuneros Bernar y Fernández de Henestrosa.
También son constantes las críticas a Sagasta, a los distintos miembros de su gobierno y a las sucesivas crisis y cambios de ministros; para ello se sirve de extractos de la prensa conservadora de Madrid “…los errores, las desgracias y las torpezas del gobierno del Sr. Sagasta” (20/09/1894), “Por decoro nacional no debe seguir gobernando por no saber hacer nada para remediar la situación creada en Puerto Rico y Filipinas”. En cambio las referencias a Cánovas son bien distintas, refiriéndose a él normalmente como”el ilustre jefe del partido liberal-conservador”.
En 1895 igualmente comenzó a aparecer con mayor frecuencia información sobre el movimiento revolucionario en Cuba, lo que ponía de manifiesto el interés que esta información despertaba en la isla. El Pleito insular, por el contrario, no es tratado con excesiva profusión. Como elemento estructural de la política canaria, las referencias se hacían con mayor distanciamiento o beligerancia en función de la coyuntura. Suficientemente ilustrativo resulta el ejemplo siguiente, en torno a los resultados de las elecciones provinciales (15/09/94): “¿Quién será electo Presidente de la Diputación? Esta es la cuestión batallona que hoy preocupa a políticos de Tenerife y Canaria…a la antigua rivalidad que entre ambas existe, la prensa de ambas islas dedica preferente atención…”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario