domingo, 15 de marzo de 2009

ALIMENTOS PRÓXIMOS A CADUCAR PARA LOS MÁS NECESITADOS

Paulino Rivero/Inés Rojas han propuesto un plan para recaudar y redistribuir entre ciudadanos sin recursos los alimentos con fecha próxima a su límite de consumo -y que han cumplido la fecha de consumo preferente-, que los supermercados apartan de la comercialización, entiendo que por imperativo legal, y eso será por algo.

La proposición, cuando menos, es sorprendente y polémica, sobre todo viniendo del sector público. Y así se han manifestado algunos empresarios y ONGs, entre otras cosas, porque no se entiende cómo se podrán garantizar los mínimos de seguridad alimentaria exigibles. La propia Cáritas ha señalado que este plan no es eficaz, plantea dificultades operativas y espacios sin resolver, como el citado de asegurar la salubridad de los alimentos, y no soluciona en profundidad la desigualdad y la pobreza, aunque no lo considera “descabellado”. Aboga, no obstante, por dar dinero a los Ayuntamientos para este menester, lo que permitiría a las familias elegir, entre los alimentos de primera necesidad, los que considere convenientes “sin obligarles a comer garbanzos tres días seguidos”, porque el producto caduca, -entiendo- y por medidas ligadas a la promoción y reinserción de las personas en situación de exclusión social.

Pese a ello, el presidente canario (por cierto, el vicepresidente se ha desmarcado de la proposición) ha insistido previendo que el plan terminará por aplicarse en toda España cuando el país alcance los 5 millones de parados y advirtiendo que quienes critican la propuesta es porque no han visto nunca a un indigente revolver en los cubos de basura en busca de comida. Recuerda Rivero que la Generalitat valenciana ha comprado arroz y aceite para las familias más necesitadas y que la Junta de Andalucía está repartiendo comida a las personas con pocos recursos, pero, digo yo, estos casos parecen distintos, porque no se trata de alimentos en esas condiciones de consumo.

¡Qué quieren que les diga! A mi la propuesta, así, a bote pronto y desde la Administración, no me gusta un ápice, nos retrotrae a la época de Oliver Twist o Tiempos Difíciles o de cualesquiera otra novela de Dickens (siglo XIX, en definitiva), que creíamos ampliamente superada, y apenas comulga con un país desarrollado y un estado de bienestar, como es España. Qué es necesario repartir comida entre los más desfavorecidos por la delicada situación que atravesamos, pues hágase, sin dilación, pero distribúyanse los alimentos en las mismas condiciones en las que los comemos todos, y sin muchas alharacas. No creo que esto sea solidariad, ni tan siquiera caridad. A mi no me cabe otra cosa en la cabeza, pese a las buenas intenciones que probablemente alberga la iniciativa. A ver qué opinan ustedes.

6 comentarios:

  1. Francamente no se me ocurre ningún argumento serio para que Rivero crea que ésto es una solución al desempleo, dudo que el interés sea estrictamente social, desconfio de las virtudes humanistas de los nacionalistas con esta medida.
    Será uno más de sus experimentos desastrosos

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  2. Comentaba el Sr. Rivero que quien no entienda la medida es que nunca ha visto a nadie revolver la basura buscando comida.Yo si que lo he visto, pero no sólo ahora, desde hace mucho tiempo, y seguro que si en vez de mirar para otro lado se hubiese hecho algo antes, no hubíesemos llegado a esta situación. Sr. Rivero, está bien dar el pez, pero en buenas condiciones, como usted mismo lo come, ahora bien,más que dar el pez, estaría bien que Usted se preocupara por repartir las cañas de pescar

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  3. Entre los productos a repartir a los pobres está el salmón ese que tanto le gusta a Soria ?.
    Quizás por eso no está de acuerdo "tu vicepresidente"?

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  4. Me parece acertada y clave la expresión de que se deberían repartir las cañas y no el pescado. No se puede seguir ofreciendo a los ciudadanos todo "masticado". Creo que uno de los principales problemas de muchos de los gobiernos es que no fomantan la autonomía de la gente para salir adelante y emprender por su propio pie. Por el contrario, interesa más convertirla en masas dependientes del gobierno y de las medidas que proponen que no son más que parches, de pan para hoy y hambre para mañana (y nunca mejor dicho). Queremos medidas que realmente fomenten la mejora y la emprendeduría de las personas, solo así se podrá atajar el problema de raiz.

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  5. Es una medida extraordinariamente positiva. Lo que es vergonzoso es que sea propuesta como respuesta o parche a la crisis. Esto se tenía que haber hecho hace ya mucho tiempo. ¿Como se podía seguir consintiendo que se tiraran a la basura cientos, o miles, o toneladas de comida en buen estado por el simple echo de que estuvieran próximas a caducar? Que esa es otra: ¿Desde cuando el aceite o la sal son productos perecederos??? Si por todos es sabido que ambos han sido utilizados por nuestros antepasados como sustancia de conservación? ¿Como es que una lata de aceite tiene una media de vida de poco mas de un año y una lata de atun en aceite (el mismo que el de la lata), tiene más de cinco...? Curioso, no? Pero bueno, al tema. Que si esta sonada y despiada crisis sirve para tomar conciencia sobre cosas como el despilfarro al que estaban sujetos muchos paises desarrollados, pues bienvenida sea.

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  6. Estoy de acuerdo en la premisa ¿cómo se puede consentir que se tira a la basura cientos o miles de toneladas de comida en buen estado por el simple hecho de que estén "pasadas de fecha", si están en condiciones de consumir? En lo que no estoy de acuerdo es que esta sea la comida de los pobres, y que la medida con este fin la promocione el sector público. La próxima sería que en materia de sanidad, prescribamos los medicamentos caducados para los pobres, y en educación, creemos colegios sin medios para los menos favorecidos. En una sociedad como la nuestra no debería faltarle a nadie un plato en la mesa y, si es posible, con discreción. Un saludo

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