sábado, 21 de marzo de 2009

CLARA CAMPOAMOR Y EL VOTO FEMENINO

Con motivo del día internacional de la Mujer
Aunque con cierto retraso, me permito una entrada sobre el pasado 8 de marzo, día internacional de la Mujer, incidiendo en uno de los mayores logros en el proceso de emancipación de la mujer y de igualdad entre los hombres y las mujeres: el derecho al voto.

La implantación del voto femenino en España se producía hace apenas 78 años, con su aprobación por las Cortes Generales el 1 de octubre de 1931, en una Cámara con sólo tres mujeres: Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken. Precisamente, las dos primeras defendieron tesis contradictorias, triunfando la de la diputada Campoamor del Partido Radical de Alejandro Lerroux a favor de que el sufragio universal fuera realmente “universal” y se ampliara a las mujeres.

El Día internacional de la Mujer nos recuerda hitos como este, en el marco de la reivindicación secular por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, como es la extensión del sufragio activo (y también pasivo) a las mujeres o la lucha y el tesón de diputadas como Clara Campoamor, “la mujer olvidada”, en expresión afortunada de Isaías Lafuente. No en vano, si hubiera que fijar una fecha en España para su conmemoración, acaso sea la del 1 de octubre una de las más representativas.

No obstante, el voto femenino en nuestro país se había instaurado ya durante el Directorio militar (en 1924), aunque sólo disponían de este derecho las mujeres libres de cualquier tutela o sujeción (a la patria potestad o a la autoridad marital), es decir, viudas y solteras, “así se evitaban discusiones familiares”, decía el general Primo de Rivera (hasta 13 diputadas en la Asamblea Nacional en 1927). Aunque, lo cierto es que el régimen era de Dictadura (o de “Dictablanda” en el mejor de los casos) y la ampliación del sufragio no fue completa.

El voto de la mujer es, pues, total con la II República, reconociéndose en la nueva Constitución de 1931. La medida fue apoyada por diputados de todas las ideologías, aunque aún la propuesta de la diputada radical encontró una oposición importante, incluso de su propio partido (se consideraba a la mujer todavía muy influenciada por la sacristía y el confesionario, lo que era un peligro para la República). Ganaría el sí con 161 votos, pero hubo 121 votos en contra.

Desde aquella fecha la sociedad española ha evolucionado considerablemente, en especial a partir de la Constitución de 1978. En 1931 se opuso más del 40% del hemiciclo. En 1978 no hubo oposición siquiera. En aquella época había apenas tres diputadas en el Congreso, hoy sólo en el Parlamento de Canarias hay 27, cerca del 50% de la Cámara.

* Para profundizar en este hito, les recomiendo el libro de Isaías Lafuente, “La mujer olvidada: Clara Campoamor y su lucha por el voto femenino",editado en 2006. Saludos

13 comentarios:

  1. Todo un referente en la lucha por la igualdad Clara Campoamor. Enhorabuena por este artículo, que aunque pequeño, has sabido reflejar perfectamente la idea de la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres. Ojalá en la celebración del 8 de marzo más personas (mejor instituciones) se acordaran de ella. Hoy, el 8 de marzo se ha desvirtuado de tal manera que las instituciones se remiten a talleres y más talleres fomentando aún más la desigualdad. El peor enemigo de una mujer es otra mujer que ostenta cargo de autoridad. Saludos.

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  2. La voluntad mueve montañas, las mujeres movemos lo que haya que mover , y Clara Campoamor no se rendía con facilidad.
    Aunque el comentario anterior a este artículo, sobre quién se acuerda del 8 de marzo , o como se celebra, o la traducción de mujer con autoridad vesus mujer enemiga, no lo comparto para nada.
    En un mundo que siempre nos pone todo más dificil, comentarios anquilosados nos hacen poco favor.
    En fin , que detrás de este blog hay un hombre con asombroso sentido democrático, ya lo sabemos . Muy bien Juanjo.

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  3. La igualdad es dar un mismo trato a las personas sean cuales sean sus características individuales. El tener opiniones diferentes sobre el tema no debería llevar a catalogar de comentario anquilosado y menos aún insinuar sentido antidemocrático.Tan respetable y democrático es el primer comentario (con el que coincido totalmente) como el segundo.

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  4. Es curioso como ante un artículo tan representativo como es el que nos ocupa, los comentarios al final, se centren, más que en el contenido del artículo en sí, en la diferencia de opiniones que existen al respecto. Aunque dices que lo publicas con retraso, yo lo veo más que adecuado, porque un reconocimiento, una felicitación por algo conseguido o una buena referencia no tienen porque estar sujetos necesariamente a un número (fecha). Así que como mujer, te doy las gracias por este artículo que sirva como visibilidad de la labor de esta y otras muchas valientes han conseguido para que las mujeres que vivimos el momento actual podamos desarrollarnos de una manera más igualitaria (aunque aún no del todo). Te propongo que de vez en cuando hagas un homenaje de este tipo a las muchas heroínas que tanto nos han dado!!!Un saludo.

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  5. Pues que le vamos a hacer si no le ha gustado el segundo comentario, a quien ha escrito el primero, el que opina como el que escribe debe asumir las consecuencias de la publicidad y el respeto hasta en los calificativos de sus opiniones de este espacio, y sinceramente prefiero el segundo comentario al primero, no insinua nada de antidemocrático es una opinión muy válida.Tu a escribir JJ.

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  6. Estamos hablando de la igualdad, del sufragio, del 8 de marzo, de Campoamor , de dos mujeres que discuten por un comentario, o del sexo ?? Tu tranquilo Lewis, no se puede ser tan guapo.

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  7. Por supuesto que cualquiera de los que opinamos aquí y donde sea (que para eso vivimos en una democracia...creo), estamos expuestos a que se nos hagan críticas o existan discrepancias con respecto a nuestros comentarios. Por supuesto que lo pienso. A lo que me refiero es a que, a veces, se le da más protagonismo a estos comentarios hechos por los lectores y lectoras de los artículos que al contenido en si de los mismos. En fin, lo ves? Ya he caído yo en lo mismo...Nada, no tenemos remedio las mujeres!!! JJ, aunque no tenga que ver con el ertículo, (pero bueno como ya es la segunda vez que opino, me lo permito)me encantan todos, todos los videoclips que publicas en el blog, muy buenos temas. Todos. En que te basas para seleccionarlos?

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  8. Como mujer necesito decir dos cosas:
    1. Gracias Juan por este artículo, me ha parecido muy acertado recordar los logros conseguidos y muchos más que nos quedan por conseguir.
    2. Me quedo boba con los comentarios, de verdad que me quedo boba como diría la Chona.

    P.D. Cada día me siento más feliz de tener un jefe hombre

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  9. María María ¿No serás prima hermana de la del comentario 1? Es broma. Enhorabuena J.J por el artículo.Me han recomendado tu blog y es mi primera visita pero seguro no la última.Coincido también con que los videoclips son magníficos. Pedazo periodista que eres. Saludos

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  10. Recomiendo totalmente el libro "La mujer olvidada".Ayuda a valorar aún más su lucha por conseguir el voto femenino, un recorrido histórico muy provechoso.
    J.J ¿Te has planteado un artículo sobre la participación de la mujer en Política? Sería muy interesante.Saludos

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  11. No sé si Campoamor le costo tanto que la entendieran, a ti parece que todas te entienden , pero discuten por lo menos esencial, no nos queda nada..
    Me quedo con lo bueno de tu artículo, me aburre tanto murmullo.

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  12. Acabo de terminar de leer el libro "La mujer olvidada:Clara Campoamor y su lucha por el voto femenino".De verdad os lo recomiendo a tod@s,seguro nos ayuda a valorar todo lo que ha costado llegar hasta aquí...Pedazo tema el de Amaral J.J.Saludos y buen fin de semana para tod@s.

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  13. Aunque nos parezca mentira, hace sólo 81 años que las mujeres españolas podemos votar. Podíamos ser elegidas, pero no electoras. Tanto Clara como Victoria eran Republicanas, abogadas y progresistas. Pero el hecho de que Campoamor defendiera el voto femenino y Kent se opusiera, provocó muchas burlas entre sus compañeros.Esta última consideraba un peligro el voto de las mujeres, argumentando que las mujeres de nuestro pais no tenían formación y autonomía del marido, del sacerdote, de la Iglesia, por lo que podían poner en peligro, con el ejercicio de este derecho, el futuro de la recién instaurada II República.Todavía se percibe en el hemiciclo el esfuerzo de Clara, practicamente sola, contra adversarios políticos, contra sus aliadas de género y contra su partido. Ella proclamaba el derecho al voto femenino, la igualdad y el respeto para todos los seres humanos.Su discurso en las cortes recuerda las referencias de emancipación y plena igualdad de las mujeres expresadas en su día por Harriet Taylor Mill y John Stuart Mill, que negaban todo fundamento racional para establecer diferencias legales en razón del sexo.
    Creo que hemos avanzado mucho con el derecho al voto, pero nos queda mucho camino por recorrer y creo que la mejor forma de hacerlo es luchando por tener una sociedad formada. Volviendo a creer en el esfuerzo, en el trabajo, en las personas, independientemente del género.JJ, gracias de nuevo.

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