viernes, 20 de noviembre de 2009

LOS SECRETOS: CADA VEZ QUE TÚ ME MIRAS

 El pasado martes, 17 de noviembre, se cumplieron diez años de la desaparición de Enrique Urquijo, líder indiscutible de Los Secretos, probablemente el grupo de música pop español más representativo de los últimos treinta años.

Todo empezaría con una guitarra que les había regalado su padre cuando aún eran unos jóvenes imberbes, apenas unos adolescentes que gozaban escuchando a alguno de los clásicos. Sin adivinar, por supuesto, su repercusión, aquella guitarra sería el detonante de un sueño maravilloso nacido en el barrio de Argüelles y que pronto se convirtió en Tos, la banda de los hermanos Urquijo (Enrique, Álvaro y Javier) y de su entrañable amigo Canito, el primero que comenzaría a emborronar canciones.

Un sueño que, treinta años después, puede aún disfrutarse, a pesar del lastre que ha significado un camino marcado por la tragedia. Las tempranas muertes, en sendos accidentes de tráfico, de sus dos baterías (Canito, en 1980, cuando todavía eran Tos, y Pedro A. Díaz, en 1984) –instrumento maldito que obligó a proscribir a su responsable como miembro titular del grupo- y sobre todo la de su carismático líder Enrique, una funesta noche de otoño de 1999, no han podido con la fuerza expresiva y la peculiar personalidad de Los Secretos. Se iniciaron componiendo nada más que buenas melodías, con mayor o menor nivel, pero dejándose el alma (Enrique) en ellas, con la sana intención de hacerse un hueco en un periodo fecundo y explosivo culturalmente, mas también de excesos y excentricidades (La Movida), en el que su música podía desentonar, ante la avalancha y la demanda de apuestas –efímeras- más rompedoras y vanguardistas. Tachados de melosos y “romanticones” (como Nacha Pop o Mamá), lograron sobrevivir gracias a un exitoso primer elepé, con la legendaria “Dejamé” en el equipaje, y tras un célebre concierto homenaje a su compañero Canito en la Escuela de Caminos de Madrid.

Mas no hay mejor receta para triunfar que la humildad y el trabajo bien hecho. Y ese ha sido el éxito de Los Secretos. Así lograron reinventarse tras algunos años penando por una fama inesperada y mal asumida, la irrupción del techno, un nuevo golpe mortal y la “deserción” del hermano mayor (Javier), llamado a filas. En el 86 vuelven con el primer cruce (ya con Ramón Arroyo) y cierta propensión vaquera, para culminar su regreso con el “Directo” de 1988, grabado en el Rock Club de Madrid, en donde se incorporaría Jesús Redondo.

Luego, con una serie impoluta de buenos trabajos y con ese rictus de tristeza que siempre los acompañará, ya no pararían hasta hoy, ni tan siquiera tras sufrir el zarpazo más tremendo de todos, aquel 17 de noviembre de 1999 cuando su alma se apagó en un portal de la angosta calle del Espíritu Santo del barrio de Malasaña.

Hace ahora un año, Los Secretos celebraron treinta años de profesión en olor de multitud con sus maduros seguidores en un concierto emblemático en la plaza de toros de Las Ventas, que compartí. Hasta allí, un sendero inmaculado plagado de emociones varias, de versos teñidos de desengaños y melancolía, que compartidos contigo, conmigo (por supuesto), se vuelven más llevaderos. Un recorrido de sentimientos, de frustraciones y desamores, convertidos en hermosas canciones que han continuado conduciéndonos por la calle del olvido hasta más allá de los cuarenta y quién sabe si hasta después de los cincuenta.

Tras la muerte de Enrique, Los Secretos volvieron con “Cada vez que tú me miras". Habían perdido el alma (Enrique), pero aún escondían mucho corazón (Álvaro), y esta canción lo evidencia, al tiempo que (en el videoclip) simultáneamente sobrevuela la pérdida y la presencia de aquella.

Escucha "Cada vez que tú me miras"

6 comentarios:

  1. He tenido un magnífico día y terminarlo leyendo este artículo, sin duda, lo hace aún mejor.
    Querido amigo, me encantan los secretos. Los sigo desde que era muy jovencita. Me he quedado impresionada, ya que creía conocer bastante su historia y me has aportado más conocimientos sobre ellos.
    Enhorabuena muy bien currado.

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  2. He tenido un magnífico día y terminarlo leyendo este artículo, sin duda, lo hace aún mejor.
    Querido amigo, me encantan los secretos. Los sigo desde que era muy jovencita. Me he quedado impresionada, ya que creía conocer bastante su historia y me has aportado mas conocimientos sobre ellos.
    Gracias por deleitarnos con tus artículos JJ. Un abrazo.

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  3. Sabía que te gustaban, incluso que es tu grupo favorito, pero no pensé que dominaras tanto su historia. Felicidades.

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  4. "Los Secretos marcaron a varias generaciones y constato que haces parte de una de ellas!"

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  5. "Gracias por tu música, por todo, pero estoy preocupado.El miércoles me fui preocupado del concierto, no sé que te pasó y me preocupa mucho, y te lo digo sinceramente.Intenté averiguar el por qué no volviste para acabar el concierto , pregunté a la gente , a los músicos, incluso a ti te pregunté me dijiste que te sentías bien...
    No es que yo sea muy creyente pero espero que Dios te guarde muchos años..Cuidate Enrique , no eches a perder tu vida"..Carta de un fans en el concierto de Alicante el 7 de abril de 1999..el último año de vida de Enrique Urquijo...
    "Para quererte sólo valgo.."
    Un fuerte abrazo Juanjo, gracias a ti por recordar a Los Secretos, su perfil nostágico, la placentera sensación de escuchar buena música.

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  6. Querido juanjo: no sé si porque hacía varios días que no escudriñaba - casi siempre a altas horas de la noche/madrugada-tu blog, pero después de ponerme al día en los últimos post, y no sé porqué curiosos caminos de la memoria he llegado a enlazar este estupendo artículo tuyo sobre los secretos/hermanos Urquijo, con el de "el primer beso" y con ese estupendo video/canción que recomiendas: "cada vez que tu me miras" (qué bonito eso de que no me importan las despedidas, porque te encontraré), y la maravillosa "te doy una canción" de Silvio Rodríguez, y me he acordado de los conciertos de Pedro Guerra, por eso que pensaba una de como se puede enamorar a alguien con canciones.- Reconozco que de los conciertos de Pedro salia "anonadada". Como de los conciertos de los Secretos, cuyo momomento algido, era, es y será, cuando sonaban los primeros acordes-mejor en compañía de alguna camerata-de la que, sin duda, es para mí, una de sus mejores canciones: "pero a tu lado".

    Preciosos posts. Para siempre "secretos"
    Abrazos

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