miércoles, 24 de febrero de 2010

LA POLÍTICA, colaboración de María Rosa de Haro

LA POLÍTICA
María Rosa de Haro

Decía María de Maeztu : “no sólo hay que ser, hay que hacer”. La frase me ha venido a la memoria a cuento de la política, o más concretamente, a colación de un tema del que se ha hablado y escrito mucho: lo que las personas que no están en ella piensan de nosotros, de los que nos dedicamos, de manera más o menos transitoria, a menesteres públicos.


Uno de los últimos motivos para tal atención ha sido la publicación del barómetro del CIS de octubre de 2009, en el que la clase política y los partidos políticos aparecían como el tercer problema que preocupa a los españoles. Más recientemente, el último barómetro publicado por el Consejo Económico y Social de Canarias, en enero de este año 2010 establece que el interés de los canarios por la política presenta una evidente evolución negativa, obteniendo la menor valoración media de los tres años de existencia de dicho estudio (3,18%) y que más de la mitad de los participantes en el estudio (en concreto, un 56%) califican de “bajo” su grado de interés por la política. Igualmente revela que a las mujeres le interesa menos la política que a los hombres, y que disminuye el interés en el sector de población menor a los 35 años y mayor de los 54. Esto es: a los jóvenes no les atrae la política.


Dicho dato en sí es muy preocupante. Pero, igualmente debe preocuparnos, por responsabilidad- y entono aquí la autocrítica, ejercicio necesario y muy saludable- nuestra contribución, desde la política, a la consolidación o modificación de dicha consideración en la ciudadanía sobre nosotros.


Digo esto porque no son pocos los días en que analizando comportamientos y declaraciones públicas de miembros de partidos políticos determinados, pienso que muy flaco favor estamos haciendo para cambiar las cosas. Y no sólo las personas más o menos relevantes desde un determinado puesto o cargo público, sino también cualquiera de las personas a quien identificamos con un partido.


No deja de sorprenderme que miembros de una misma ”familia”, públicamente, se descalifiquen de manera personal, - me pregunto si lo harán también con algún miembro de su entorno- confundiendo lo particular o personal con la labor general. Que se confunda las fobias y filias personales, con el buen hacer político (si me cae bien, es buenísimo trabajador e inmejorable político, si no es así, “leña al mono” y, por descontado, no vale para nada, ni es buen/a gestor/a de los asuntos públicos). De la misma manera, que no exista cierto pudor, y se antepongan intereses particulares al daño previsible que puede generar a una determinada formación dicho actuar, porque en fin, no nos engañemos, con esa intención, o con la de dañar a algún o algunos miembros de dicha formación, a veces, se realizan dichas declaraciones.


Así, nos podemos despertar una mañana con comentarios referentes a traiciones dentro del mismo partido-eso sí, sin antes comentarlo en los órganos internos dar posibilidad de enmienda en el supuesto caso en que hubiera lugar a tal crítica, todo es posible- o cenar leyendo que hay pocas personas que merezcan en una propia formación o en otras, y eso, evidentemente, con origen en compañeros/as que siguen perteneciendo y a veces, ocupando cargos, de esa formación política en la que “no existen o son escasos los que merecen la pena”. Ilusos entonces, los que pensamos que sí merece la pena pertenecer a partidos políticos, que sí es importante el compromiso, que sí es fundamental la colaboración interna por encima de personalismos y personalidades, que se trabaja y hace más desde el equipo y que, sin ilusión, o cuando se pierda, es mejor bajarse del barco.


Y yo me pregunto: ¿es esa nuestra contribución al cambio necesario, a la imperiosa necesidad de que de nuevo la sociedad confíe en los que gestionan los asuntos públicos, en los “SERVIDORES PÚBLICOS”, que es lo que somos, a veces desde la oposición, a veces desde el gobierno de diferentes órganos?. ¿Es esa la manera de incentivar que se participe en las decisiones a través del voto, y que se piense que el voto si importa y sirve para algo? ¿es así como queremos atraer a nuestras formaciones políticas a nuevas generaciones?


Flaco favor hacemos, ante la negatividad que comentarios y actitudes determinadas desprenden, y que, entiendo, no colaboran en atraer ni al camino de la política, ni lo peor y más preocupante por lo que supone, a la participación activa en la misma, aunque sea -importante empresa-, disminuyendo la abstención. A la sazón, para mi, un tremendo fracaso de todos los que participamos en la política y asignatura pendiente el movilizar a la participación a través de las urnas.


Creo que debemos reflexionar. Como Friedrich Hayek, creo que la asociación es importante, por eso pertenezco a un partido político, y creo, sinceramente, en que la “razón compartida es más poderosa que la individual”, eso sí, debe haber razón como sinónimo de sentido común. Por eso, a diferencia de los que dicen que “ pocos merecen la pena”, hoy por hoy creo, por suerte, que son pocos los que no la merecen, y que es importante la cooperación, (Dennet señala que la cooperación debe ser alcanzada, y esa es la razón del diseño). Me empeño en participar, por ello, en el “DISEÑO” de un partido, y creo firmemente en la necesidad de la cooperación: nadie que quiera trabajar y aportar, sobra.


Pero también creo que hay que tener en cuenta dos factores: la calidad de las personas que intervienen y también las interacciones que se dan entre ellas (Ortega). Aplico, qué le voy a hacer, la importancia de las relaciones en el equipo de trabajo, sobre todo cuando nos jugamos la confianza en el sistema político, y en última instancia, la recuperación de la confianza en un sistema democrático, en que los partidos políticos son fundamentales, (como Morlino, creo que una de las calidades de la democracia pasa por la responsabilidad o respondencia-responsiveness, es decir, la capacidad de solucionar los problemas de los ciudadanos, ello a través de las personas elegidas y que, en su inmensa mayoría, salen de esas organizaciones políticas)


Soy de las románticas que piensan que la política sirve para intentar cambiar las cosas, mejorarlas, adelantar las horas de los diferentes ámbitos en los que nos movemos. Y que en ese fin, tienen un importante papel los partidos políticos. Es nuestra responsabilidad hacer que se mejore la opinión de los que quieren participar en política sobre ésta misma, animar a los que quieran acercarse al mundo de la política desde el sentido común y la capacidad, y demostrar, con hechos y actitudes, no sólo con palabras, que los partidos políticos son ámbitos en los que se coopera y existe diálogo desde el respeto, y no gratuitas descalificaciones e intereses contrapuestos. Por ello, y finalizo como empiezo: “hay que hacer, no sólo ser”.


Nos va en ello contribuir a darle calidad al sistema democrático: contribuyamos a tener los mejores partidos, los mejores políticos y a que la consideración cambie, aunque sea en el pequeño o gran entorno en los que nos movemos cada día. Por responsabilidad.

9 comentarios:

  1. Muchos pensamos, deseando estar equivocados, que al partido predominante en la Isla de La Palma, le interesa que los ciudadanos no tengan motivación en la vida política-pública, para asegurar con sus redes clientelares todas las elecciones locales, donde los votantes tendrán algo que agradecer a los elegidos.
    Antonio

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  2. Me ha gustado mucho esta colaboración, como discurso está bien hilado y estructurado es más el puntito romántico hasta lo hace cercano, con un poquito de entonación, mirada fija y manos en el atril, es más que posible! que arrancaría el aplauso unánime de todo un auditorio en cualquier mitín ante las juventudes, pero vamos a ser serios, esto se lo puede creer alguien que está empezando en esto, pero aquellos que venimos de vuelta pues eso lo comentado. Es que algunos de los que escribimos en este blog no hemos vivido bastante de cerca la carrera de obstaculos y puñalas que supone hoy en día estar en algún cargo? o es que cuando a algún/a político se le ofrece un cargo para el servicio público ( en ese momento cuando se tienen los pactos cerrados y empieza el reparto de consejerías, S.G.T, Direcciones Generales, ect...) se para por un momento a pensar que no está capacitado/a para llevarlo a cabo? o que simplemente no tiene ni pajorera idea, no señores aquí y perdonen la expresión mariquita el último yo lo cojo y ya después veré (no vaya ser que no esté en la foto y no salga). Aunque apartándome del artículo y como cosecha propia Dios! confieso que aunque me parece en algunas ocasiones deprimente todo esto, me lo paso estupendamente cuando veo como hay que explicarles a estos cargos cuando entran hasta lo más básico..... podría contar mil una jajaja pero eso de que vale más uno por lo que calla que por lo que cuenta lo llevo a fuegooooo, y lo peor es que cuando el bicho (expresión que utilizamos los empleados públicos) empieza a enterarse más o menos chosss! llegan nuevas elecciones y hay que empezar desde el principio. Bueno disculpen que intente hacer un poco chiste de todo esto pero es la única mamera de seguir... Bs

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  3. Boris Pasternak, poeta disidente ruso y nobel en 1958 (1890-1960)dijo: "El trabajo ayuda siempre, puesto que trabajar no es realizar lo que uno imaginaba, sino descubrir lo que uno tiene dentro.". Descubrámoslo y trabajemos.

    Y añado: el comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen. Así que, las puñaladas y el ansia de poder hablan por sí solos.

    Los partidos los conformamos nosotros mismos. Miremos con microscopio a quién invitamos a formar parte de los mismos y mirémonos también el ombligo. Y como decía Goethe (a mí también me gustan las citas como a María): "El hombre se cree siempre ser más de lo que es, y se estima en menos de lo que vale". Definitivo el pensamiento ¿no?

    María, me ha gustado tu post...y sigue siendo romántica, por favor.

    Un Sr. ABRAZO para ti....y saludos para los demás seguidores de este blog.

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  4. Pues será que yo también creo en el romanticismo como sentimiento porque no puedo estar más de acuerdo con María. La política es para servir y no para agarrarse a un sillón y no soltarlo porque vives exclusivamente de ella.
    Lo de las puñaladas traperas, lo hay en la vida misma, en nuestros trabajos, en nuestro grupo de amigos o amiguetes, incluso en nuestra familia luego, ¿Por qué no iba a haberlas en política, donde los intereses propios priman a veces por encima de los comunes?
    Pienso que los partidos, o mejor dicho, las personas que forman los partidos políticos, deberían ser capaces de desvincular a aquellos que, lejos de dar imagen de unidad y de trabajo en equipo, la dan de individualismo (que no de individualidad) o de egoismo, primando, como ya decía, el egoismo.

    Un abrazo

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  5. Gaby! ya pensé que no volvería a leer tus comentarios, que te ha pasado todo este tiempo? me priva tu tonito sarcástico je je je estoy totalmente deacuerdo contigo, aunque siempre andas por otros senderos a lo que por aquí se lee, no te has planteado abrir tu propio blog? me gustas pero no me cuadra tu participación estás es las antipodas de todos estos....Saluditos y no dejes de escribir

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  6. Creo que la colaboración se sitúa más en el "deber ser" y no en el "ser", y creo también que la autora es consciente de ello. Así que no comulgo en gran medida con los planteamientos de Gaby en este sentido. De resto, en absoluto de acuerdo,lamentablemente es así (en todos los partidos políticos, donde sólo se salvan personas). Y tampoco creo que la autora desconozca que las cosas funcionan así. Por cierto, te animo a abrir ese blog que te propone el anónimo anterior, aunque no dejes de colaborar con el de JJ, en el que, si eres tan asiduo/a, es que tampoco estás tan lejos de lo que piensa el bloguero de lo que el anónimo anterior piensa. Saludos a tod@s

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  7. Que sutiles todos al invitar a alguien a que deje de opinar en este medio proponiéndole que se vaya y abra otro blog, pues yo no quiero que deje de escribir aquí. Saluditos

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  8. ¡Me quedo bobo! Al menos yo,lo único que he dicho es que lo/la animo (a Gaby) a hacerlo, como ha sugerido otro "Anónimo" por ahí, pero siempre sin dejar de colaborar en éste. Creo que, al menos mi comentario, valoraba su colaboración y, por lo poco que conozco al bloguero, seguro que él sentiría mucho que dejara de intervenir en su bitácora. Si algo se ha entendido mal, sorry.

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  9. La política como acción pública en esta isla, no puede cubrir la defensa de los intereses privados de terceros, los cuales pueden tener interés precisamente en que el resto de los ciudadanos no intervengan.

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