lunes, 8 de marzo de 2010

MARÍA DE LAS CASAS

A propósito del día internacional de la mujer


El año pasado, con motivo del día internacional de la mujer (que se celebra el 8 de marzo desde 1975), me atreví a encomendarme a la figura de Clara Campoamor (1888-1972), política republicada, y a su lucha por la consecución del derecho al voto para la mujer española, para glosar la conmemoración. En esta ocasión, considero de justicia extraer del olvido e incorporar a estas modestas reflexiones en forma de blog a otra mujer, coetánea de la anterior, sin una trayectoria de tanta trascendencia y, en consecuencia, mucho menos conocida, pero protagonista de una labor –a veces callada- harto significativa para las mujeres palmeras y canarias. Es más, quizás –con un mayor conocimiento de su tarea- estas debieran reivindicar su nombre, porque precisamente en la historia de estas mujeres corrientes hunde su raíces esta celebración.

Me refiero a la palmera María de las Casas Pérez (1891-1969), hija y hermana de escritores y periodistas (Pedro J. De las Casas Pestana y José de las Casas Pérez). María de las Casas fue la primera mujer de La Palma en culminar los estudios de bachillerato y, bien dotada para las letras, colaboró con profusión en prensa periódica (diarios y revistas), aunque como tantas otras (Virginia Woolf, Jane Austen o las hermanas Brönte, o en España, Caterina Albert o Cecilia Bölh de Faber), bajo el casi preceptivo seudónimo. Ya se sabe que prácticamente hasta los años 70 del pasado siglo las mujeres no pudieron escenificar su potencia creadora, algunas la disimulaban con seudónimos y otras –incluso- llegaban a permitir la usurpación de su obra por el marido de turno. Pese a casarse, ejerció De las Casas de telegrafista, en Granadilla y en Los Llanos de Aridane, donde murió. En la localidad del sur de Tenerife puso en marcha una academia preparatoria para el bachillerato, en la que recibieron instrucción un buen número de féminas, y por la que se le recuerda rotulando, con su nombre, una calle y un centro escolar.

María de las Casas fue una rara avis en La Palma y en las Canarias de su tiempo. Una fiel seguidora de los casi extintos postulados krausistas e institucionistas, que blandieron otros palmeros –en Madrid-, como Valeriano Fernández Ferraz o Pedro Pérez Díaz. Abuela de la escritora grancanaria Rosario Valcárcel (que recientemente ha publicado “El séptimo cielo”), tal vez pueda considerársele como un referente insular en la lucha –sin ruido acaso- por la emancipación de su género, tanto por su ejemplo de formación y cultura y sus colaboraciones en prensa periódica, como por el ejercicio dilatado de su profesión y su dedicación altruista para instruir a otras mujeres. Afortunadamente, ya estamos lejos de que casos como los de María de las Casas sean singulares, pero –no nos engañemos- todavía el trayecto por la igualdad no se ha cubierto en su totalidad. Sigamos caminando.

2 comentarios:

  1. Aunque es verdad que el camino hacia la igualdad hay que seguirlo trabajando, es gratificante pararte un momentito y valorar como haces en esta entrada, la aportación de muchas mujeres como esta que describes, a la que le debemos tanto y que han sido un ejemplo para todos. Porque hoy en dia defender los derechos de las mujeres es mucho más fácil, por lo que dignifica y engrandece aun más a todas estas mujeres famosas y anónimas, que en un tiempo mucho más complicado defendieron y por su puesto con su ejemplo demostraron que la mujer es capaz. Me uno a tu homenaje. Bs

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