miércoles, 25 de mayo de 2011

ADIÓS TRISTEZA

"Adiós tristeza" es una canción de Los Secretos que cierra su octavo trabajo, el último grabado con Twins hace ya veinte años (1991), y que serviría, además, para darle título. Compuesta por completo por Enrique Urquijo, "Adiós tristeza" no ocupa lugar tan postrero entre los tracks por casualidad. Como en toda la discografía del grupo de Argüelles, en la mayoría de las canciones del disco predomina el sentimiento de tristeza, de abatimiento, incluso de fuerte desesperación, marchamo -como sabemos- de la banda madrileña y, en especial, de su legendario líder. Pero los hermanos Urquijo quisieron dejar en sus seguidores un regusto de optimismo, un motivo para la esperanza al final del túnel. Y, en verdad, lo hacen porque la vida es así de paradójica, es decir, aunque pasemos momentos complicados y nos encontremos descorazonados o desolados (debemos tener en cuenta que todas estas situaciones tienen su recorrido), siempre volvemos a ver la luz, siempre se presentan nuevas oportunidades, invariablemente hay un día ("el mañana que soñaste ayer" cantan con más acierto Los Secretos) en que decimos, por fin, adiós a la tristeza. 

La realidad es que, efectivamente, el cielo está detrás de las nubes negras, que las nubes siempre pasan, se disipan, incluidas las que descargan un fuerte aguacero sobre nuestras vidas. Lo que tenemos que intentar al menos, sacándole partido incluso, es aprender a sobrellevar los momentos difíciles de nuestra existencia, porque, que estemos tristes, acongojados, y hasta angustiados o desesperados a veces, es normal. Lo que nunca podemos hacer es perder la perspectiva de que todo pasa, y de que -cuanto antes- lo nuestro es "pasar", como decía Machado

En muchas ocasiones, solo necesitamos una andanada, una especie de golpe de efecto en forma de historia, de una ilusión en común o de un proyecto... o simplemente de una sonrisa, un amigo o un abrazo, que, a modo de revulsivo, termine por curar nuestros males, nuestra mala suerte, las sombras de nuestra aparente desdicha. Porque la vida es como subirse a una noria, unas veces estás arriba, y otras, abajo, pero lo importante es tener la entereza suficiente para aguantar ahí abajo, aprendiendo de los sinsabores, del sufrimiento, y de la propia melancolía, que, para Víctor Hugo, es el placer de estar triste. La noria, más tarde o más temprano, nos volverá a poner arriba, pero, cuando vuelva a hacerlo, nos habrá de encontrar más fuertes y experimentados, y seguro que, por esta razón, sabremos permanecer más tiempo en esa situación. "Hoy empieza el resto de tu vida, adiós tristeza, adiós soledad". Solo hay que creérselo.

5 comentarios:

  1. OS (desde facebook)27 de mayo de 2011, 0:46

    "He marcado me gusta, pero en realidad me gusta mucho!!! Gracias Juan José..."

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  2. Ayer entré en tu blog, y me encantó leer Adios tristeza. Dedícate a
    escribir. No deajrás mejor legado que ese.

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  3. La discapacidad más grande de nuestra sociedad es la de no compartir sentimientos...de lo que sentimo y no decimos, del miedo que nos quiten lo que tenemos, de reconocernos enteramente y apreciar qienes somos cada segundo del día.
    Siempre consigues emocinarme...Grcias

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  4. ¡Cuanta razón tienes J! Me encanta como juegas con temas tan personales, canciones y sentimientos. Una gozada. Gracias

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  5. Me encantan Los Secretos y también estas entradas tan seductoras y llenas de vida. Felicidades

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