domingo, 15 de septiembre de 2013

UN NUEVO CAMINO (BURGOS-LEÓN). PRIMERA JORNADA

Burgos-Hornillos del Camino (20,7 kilómetros)

Este verano retomé el Camino de Santiago donde lo había dejado el año pasado (Burgos). No sé si los puristas de la sirga del Apóstol lo admiten, pero cada vez más gente hace el Camino por tramos, en especial los españoles, y creo que es una opción igual de plausible. En realidad, el Camino que me he propuesto tiene otras singularidades pero nunca un "camino" es igual a otro, porque cada uno de nosotros tenemos el propio. Además, como ha señalado Paulo Coelho (en El Demonio y la señorita Prym), las transformaciones más profundas, tanto en el ser humano como en la sociedad, tienen lugar en periodos de tiempo muy reducidos: cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante de un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio; en ese momento, no sirve de nada fingir que no pasa nada, ni disculparnos diciendo que aún no estamos preparados. Y concluye que "en una semana hay tiempo más que suficiente para decidir si aceptamos o no nuestro destino". El Camino, en cualquier caso, desenchufa y contribuye a despejar incógnitas.

La nueva singladura acababa en León después de más de ciento ochenta kilómetros. Ahora bien, nuestro primer propósito nos acercaba "solo" a Hornillos del Camino, un pueblo como tantos otros que sobrevive al ritmo de la ruta jacobea, de apenas 57 habitantes. Como Burgos ya lo habíamos visitado el año anterior, hicimos un alto en la Escuela de Vida para desentumecer musculatura, y nos bastó un paseo por El Espolón y por el casco antiguo, con vino y pinchos incluidos, así como una visita a la catedral -de esta forma también nos hacíamos con nuevas credenciales- y al monasterio de Las Huelgas para retomarle el pulso y disfrutar de su bizarra impronta.

De la ciudad del Cid salimos por el casi bucólico Paseo de la Isla, al pie del río Arlanzón, y tras andar unos pocos kilómetros abandonamos la ciudad, solo entonces el asfalto se torna marga, y el callejero, senda. A mitad de recorrido llegamos a Tardajos, donde repusimos fuerzas, y solo unos kilómetros después, a la vera del río Urbel, a Rabé de las Calzadas. El pequeño tramo tiene sus dificultades, no en vano ya lo dice una vieja copla: De Rabé a Tardajos/no te faltarán trabajos/De Tardajos a Rabé/libéranos Dominé. Nos sedujo más Rabé que Tardajos, la primera es una aldea más cuidada, con casas de piedra restauradas y una hermosa iglesia parroquial.

Tras descubrir la ruda meseta castellana (infinitas rectas a más de 800 metros de altitud) durante varios kilómetros, nos costó bajar una pronunciada y agreste pendiente, conocida como Matamulos. Poco después, una vez cruzamos el cauce del Hormazuela, entramos en Hornillos por la calle Mayor, y casi sin darnos cuenta nos topamos con nuestro albergue del día, una coqueta Casa Rural que regentaban familiares de nuestros amigos burgaleses. Aunque no había nadie,  habían dejado las llaves en el ultramarinos de enfrente, porque así se vive en los pueblos, con sosiego, con tranquilidad, confiados. Comimos bien en Casa Manolo, no había otra opción, y disfrutamos de una buena sobremesa en la plaza de la Iglesia gótica de San Román en compañía de otros peregrinos que cantaban al son de un ukelele. En ocasiones, en el Camino, estas concurrencias no se limitan al simple intercambio de informaciones, sino que producen auténticos encuentros de almas, que son, como apunta Laurent Gounelle (en Te llevaré a un lugar donde todo es posible), lo interesante de toda relación humana. De todas formas, nos acostamos pronto, habíamos superado la primera etapa. Recomenzábamos.

3 comentarios:

  1. mcarmen díaz peregrina16 de septiembre de 2013, 19:11

    heyyy...gracias Juan por describir tan maravillosamente este tramo...recordarlo de nuevo es emocionante...
    un abrazo enorme..y mil besos para compartir

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  2. Me gustan estas entradas del Camino, con tan buenas reflexiones, como si surgieran del mismo. Felicidades

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  3. También lo has detallado, que me he visto camimando a tu lado por este recorrido que tantos recuerdos me trae.
     εїз Monarca

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