jueves, 21 de septiembre de 2000

CREER EN LOS JÓVENES

J.J. Rodríguez-Lewis
Publicado en La Voz nº 113, el 9-21 de septiembre de 2000

En el occidente contemporáneo la cultura juvenil actual se asocia, por un lado, a una manifestación de renuncia y automarginación del sistema y, por otro, a una filosofía del ocio sin finalidad y sin medida. Las razones las podemos encontrar, por una parte, en la influencia heredada de los movimientos juveniles contraculturales revolucionarios de las últimas cuatro décadas y, por otra, en la asunción por la sociedad de los valores promulgados por el narcisismo hedonista como respuesta individual frente al desencanto y la impotencia. Pues bien, la juventud palmera no escapa de esta descripción.

Como respuesta a este panorama, se impone el apoyo desde Ayuntamientos y Cabildo a todos aquellos proyectos que promuevan la participación activa y la iniciativa individual y colectiva de los jóvenes en la sociedad de bienestar, así como de todas aquellas actividades de ocio que redunden en una mejora de la formación integral de la persona.

Bajo estas premisas, se ha de promover (sin perjuicio de una actuación transversal desde la familia y la escuela, acaso la esencial) la suscripción y formalización, mediante convenio, de una Plan de infraestructuras básicas municipales, que comprenda la construcción de Casas de Juventud en los distintos municipios de nuestra isla e impulsar toda iniciativa de prensa juvenil, teatro joven, clubes de la cultura o institutos de verano, todo ello en el marco de un necesario Plan integral para la juventud. Es más, no podemos obviar que recientemente (1998) fue transferida al Cabildo Insular la mayoría de las competencias de la Comunidad Autónoma en esta materia, bajo la denominación de “Ocupación, Ocio y Esparcimiento”.

Ahora bien, en el diseño y ejecución de estas políticas, parece recomendable la participación incuestionable de un Consejo Insular de la Juventud verdaderamente representativo, como foro de discusión y debate (el Pleno Joven) y como surtidor de propuestas. No descarto, por su operatividad, convertir el Consejo Insular de la Juventud en un Consejo Sectorial del propio Cabildo Insular. En todo este sistema, como es lógico, el Centro de Información Juvenil desempeñará una labor fundamental, como centro gestor profesionalizado que debe potenciarse, promoviendo su desconcentración comarcal.

Debido a las altas tasas de fracaso escolar, este colectivo ocupa un lugar destacado en los programas políticos en materia educativa, si bien conviene reiterar aquí la apuesta decidida por la extensión de las Universidades canarias hacia La Palma en forma de escuelas o colegios universitarios, sin merma del necesario impulso de los ciclos y programas de formación universitaria complementaria o de postgrado, y U.N.E.D.

En ultima instancia, han de potenciarse los programas de prácticas empresariales y profesionales en empresas y administraciones públicas, así como programas de trabajo en vacaciones para estudiantes, con universitarios y estudiantes de formación profesional, a efectos de mejorar su capacitación y preparar un acceso menos traumático al mercado del trabajo.

De resto, habrá que creer en ellos, y dejarles hacer. No nos defraudarán.

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