martes, 16 de marzo de 2010

DELIBES


Cuando cumplí 17 años, mi amigo Anselmo me regaló “El camino”, una de las obras más inolvidables de Miguel Delibes. Habían transcurrido más de treinta años de su publicación, en plena posguerra (1950), pero la novela, aún en 1984, seguía mostrándose fresca, viva, candente, en un lenguaje directo y claro, no en vano, dicen que con este trabajo el escritor encontró definitivamente su estilo narrativo. Mi amigo, hoy en primera línea política (y en el fondo no tan lejos ideológicamente), me deseaba que, “por el camino”, no perdiera nunca “la inteligencia y la fe”. En ambos valores persevero, aunque, en ocasiones, se presenten reñidos. El mensaje de la novela no es otro que la felicidad radica en seguir el camino que se nos ha asignado en este mundo. Por supuesto que, cuestión previa y decisiva, lógicamente, es cómo identificarlo. Uno comprueba como la recurrente “leyenda personal” de Pablo Coelho (que he tomado prestada para titular un apartado de este blog) no es más que una actualización de, entre otras, “este camino” de Delibes, personificado en las hechuras de Daniel El Mochuelo, su protagonista. Pero, a fuer de sincero, no hay parangón en el estilo narrativo de ambos. Luego –he de reconocerlo- apenas he leído dos libros más del autor vallisoletano: “Los santos inocentes” y “Señora de rojo sobre fondo gris”. El primero es un cruento relato de la España profunda, que identificamos, entre otros, en el personaje del desvariado Azarías (felizmente interpretado en el cine por Paco Rabal) de “milana bonita”; el segundo, más breve, es casi un monólogo sobre la pérdida física y emocional de un amor –que empobrece la inspiración- en momentos de cambios drásticos en nuestro país. Ni “La sombra del ciprés es alargada”, ni “Las ratas”, ni “Cinco horas con Mario” (bueno, de este monólogo disfrutamos por TV con Lola Herrera, como con la película “El disputado voto del señor Cayo”, de A. Giménez Rico)… ¡Dios, cuánto me he perdido! Mas esta es la grandeza de un escritor, mientras nos reste obra por leer, Delibes no habrá muerto para ninguno de nosotros.

13 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes, querido Juanjo!: principal moraleja de "el camino": que algun@s prefieren, por elección la aldea, y que no sabemos lo que tenemos hasta que se produce la pérdida.

    Quien no recuerda "la guerra de papá"? yo confieso que la ví unas cuantas veces siendo niña, sobre todo por su protagonista( que le vamos a hacer, idolos de la niñez). Basada el "el príncipe destronado" de delibes, y dirigida por Antonio Mercero, creo recordar.

    Por lo pronto, sólo me cabe desear que todas las personas que lean tu blog, -entre ellas yo misma- consigamos descubrir donde está nuestra ALDEA, y que, por supuesto, no lo hagamos demasiado tarde.

    Abrazos

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  2. Que libro más bonito, yo tambien lo leí siendo una adolescente y aunque en principio fué una lectura impuesta para hacer un trabajo, me encantó sobre todo el papel de padre pobre y trabajador que lo que quiere es que su hijo se forme y estudie no sin mucho sacrificio por supuesto, creo que esa era la mentalidad de muchos de nuestros padres. Mucho más tarde leí "cartas de amor de un sexagenario voluptuoso" con esa forma de escribir tan fresca y original con la que se caracterizaba Don Miguel y que terminó por hacerme coger manía a su amada epistolar como si realmente fuese real, eso tenía! la virtud de que cuando te adentrabas en esas páginas te creías que formabas parte de la historia que contaba, una gran pérdida para la literatura. Bs

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  3. Espero que nos narre pronto una de esas leyenda tuya personal, fijate que lo hecho yo de menos.Saludos J.J

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  4. ESTOY CON BO()YO TAMBIEN LO HECHO DE MENOS.
    SALUDOS J.J

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  5. Pues también lo hecho de menos yo. Hace semanas que el apartado de "leyenda personal", está en 41 entradas. Espero con impaciencia la entrada 42.
    Besos

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  6. Ten un poco de cuidado con lo que dices y no confundas valor con inteligencia.Tambien me parece una majaderia, la diga quien la diga, que la felicidad radica en seguir el camino que se nos ha asignado en este mundo. Es como decir que los pobres han de ser felices por el hecho de seguir el camino de la pobreza.

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  7. Alguna matización, probablemente, porque me he explicado mal, aunque hay que intentar leer sin perder de vista el contexto del relato. "El camino que se nos ha asignado" tiene el sentido de la "leyenda personal" de Coelho, que se cita, esto es, aquello que siempre habíamos deseado hacer, lo que nos entusiasma (se puede consultar otra entrada sobre esto). Por tanto, no creo que los pobres -al menos parte de ellos- hayan deseado, les entusiasme ser pobres (si bien algunos -en su dedicación- encuentran ahí también la felicidad). Siento no haberme sabido explicar. Por otro lado, no creo que considerar la inteligencia como un valor (positivo), especialmente la inteligencia emocional, sea confundir valor (en sus tantas acepciones) con inteligencia. En fin, doctores tiene la Iglesia... Saludos

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  8. Te haz explicado perfectamente, como sueles hacer, al menos yo te he entendido, lo que hay ahi fuera depende mucho de lo que decidamos aqui dentro, ese el El Camino como lo define Coelho, y el sentido de la dedicatoria de tu amigo Anselmo.
    No tengo que irme a dormir para poder soñar, leyendo a Delibes, uno abandona el ruido, la precipitación y el bullicio de esta vida diaria, y se encuentra en silencio con la honestidad de un escritor que lejos de los egos nos hace sentir que es un tesoro secreto leer .
    Un abrazo.

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  9. Nada de eso JJ, el valor es una cosa y la inteligencia es otra.Por otra parte la inteligencia emocional es una de las varias que por desgracia no todo el mundo utiliza pero de cualquier modo es inteligencia y no un valor; de modo que no es que no hayas sabido explicarte es que lo has confundido y ya está.Ah! y el contexto estaba perfectamente claro, lo que ocurre es que el lenguaje ha de ser preciso si se pretende comunicar algo ¿ o no?

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  10. Vale, para ti la perra gorda...

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  11. Creo que se entiende perfectamente lo que quieres expresar en el post, Juanjo. Al menos yo así lo entiendo. Como bien dices, la inteligencia como valor, y no como contraposición o algo separado del mismo.

    Para mí, hasta no hace mucho, valores podrían ser los "catalogados" como tal desde siempre: la empatía, la igualdad, la justicia, la tolerancia,...Lo que ocurre ahora, con los tiempo que corren (que poco "complejos" no son) es que aspectos como la inteligencia -sobretodo emocional, como ustedes mencionan- se han convertido en un valor tan importante como cualquiera de los demás.

    Muy buen artículo JJ, como casi todos los que escribes.

    Saludos

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  12. Me quedo estupefacto señor JJ. Pues no, no señor, ni perra ni gorda, lo que es, es así, y la inteligencia es una capacidad con la que se nace. Sin embargo, como se demuestra cada día, no siempre se desarrolla adecuadamente; leamos sino sus respuestas a los comentarios y enseguida nos damos cuenta de ello.Por otra parte ,un valor es una cualidad que se atribuye a un objeto y que se transmite en el contexto social y familiar por infinidad de razones que no vienen al caso. Con Dios señor JJ...

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  13. Sr. Anónimo: No nos entendemos, o no ha querido entenderme. Que yo califique la inteligencia (en abstracto) como un valor, no significa que no sea una capacidad; como la honestidad, que por ser un valor, no deja de ser una cualidad humana.
    "La política tiene que estar impregnada de valores morales esenciales, como el bien, la verdad, la justicia o LA RAZÓN" Gumersindo de Azcárate, en "El self-government y la Monarquía doctrinaria"
    "Ni nada como los valores opuestos a fantasmales defectos. Muchos grandes criminales hacen gala de una INTELIGENCIA genial, y muchos santos lo han sido por sus tendencias perversas..." Mateo Rampin, en "La palabra justa"
    Amigo anónimo, espero que esto no tenga más recorrido. Yo respeto tu parecer (intachable, otra cosa en tu forma de exponerlo), que, por cierto, para mí es otro valor. Respeta el mío, aunque sea equivocado. Gracias. Nunca pensé que una frase casi superflua en un post diera para tanto. Saludos

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