EXPERIENCIA SAX EN LA PALMA

Los palmeros tenemos una enorme suerte de poder disfrutar en la isla de un saxofonista sensible y profesional como el tobarreño Miguel López. Quizás no se esperaban en Tobarra (Albacete), cuna de la famosa tamborrada semanasantera, que un ilustre hijo de la villa prefiriera el saxo a su popular tambor, e incluso a la flauta dulce, que fue el primer instrumento con el que hizo "amistad" López con apenas ocho años, pero hoy sus paisanos agradecen el atrevimiento.

El saxofonista, que es profesor de la Escuela Insular de Música de La Palma desde hace casi veinte años, presentó el pasado sábado día 7 de junio su segundo trabajo discográfico. López, criado musicalmente a la vera del mítico Pedro Iturralde, con el que ha compartido proyectos y escenarios (Modern Sax Quartet), reunió a alguno de sus mejores amigos para ofrecer en el centro cultural Andares de Villa de Mazo un recital lleno de ternura y buenas sensaciones, que pronto se convirtió en una auténtica "experiencia sax", como con acierto ha titulado su disco. El lugar escogido para su presentación tampoco fue casual; con Mazo, el de Albacete mantiene una ligazón especial desde que hace más de dos años pusiera en marcha los cafés-concierto de la Casa Roja.

               

Bajo la dirección musical de su paisano Víctor Perona, que ha sido colaborador de La Quinta Estación o de Manolo Tena, entre otros, López supo conquistar a un auditorio fiel a su música y a su simpatía con un repertorio de lo más variado que el propio intérprete ha definido como "eclecticismo sensual". Magistral fue la interpretación, junto a un grande del timple, Benito Cabrera (autor del tema), Alfonso Ortiz (guitarra) y Alicia Cleofé (flauta), de la tierna y delicada "Nube de hielo", y todo el mundo se acordó al instante tanto de Lorenzo Santamaría cuando interpretó "Para que no me olvides" como de Glenn Medeiros cuando hizo lo propio con "Nada cambiará mi amor por ti", porque no era otro su objetivo: "Voy a intentar hacer de cada saxo (soprano, alto y tenor) un cantante e intérprete, con su timbre y sus características", una verdadera declaración de intenciones.

"Algo contigo" era un tema que ya venía tocando el tobarreño con asiduidad los últimos tiempos, y como siempre, la respuesta fue el natural embeleso del respetable ante la sensibilidad y delicadeza del soprano, aquel saxo diminuto que popularizó Gaby entre los payasos de la tele. "Balada sin nombre", en cambio, fue su particular homenaje al polifacético Luis Cobiella. Hubo lugar, por último, para la música anglosajona con exitosas versiones de las conocidas "Careless whisper" de George Michael, "The winner take it all" de Abba o "I will survive", que estrenó Gloria Gaynor y versionó años después la propia Celia Cruz, así como de un tema de amor de la banda sonora de "Cinema Paradiso" del célebre Ennio Morricone, entre otras perlas. La parroquia le aplaudió a rabiar. En realidad, no podía ser de otro modo: es lo lógico cuando no solo has sabido perseguir tus sueños, sino hacerlos realidad.