Recientemente tuve la oportunidad de leer una bonita entrevista -por cercana- a Mariano Rajoy (XLSemanal, nº 1244). Me evocó mi infancia y adolescencia y la importancia de los detalles en esas etapas en la formación y en la curiosidad intelectual de las personas. Decía Rajoy que lo primero que había hecho con su hijo Mariano (tildarlo de "homónimo" hubiera reventado la entrada -jeje-) fue comprarle una bola del mundo, al igual que había hecho su padre con él cuando era pequeño, con la que aprendió todas la capitales. Con la bola -contaba-, le iba explicando a su hijo los continentes o cuáles eran los ríos más grandes...
Y es que en mi casa hubo siempre una bola del mundo (y sospecho que en muchas otras), y también aprendimos pronto las capitales (que mi padre no solía fallar), los ríos más largos o con mayor caudal, los mares, golfos y lagos o las cordilleras y sus cotas más elevadas. Igualmente tuvimos un atlas en edad temprana -recuerdo el de "Everest", que acabó deshilachado por el lomo y ajado de tanto usarlo-, o diccionarios y enciclopedias (cuando aún Internet ni se pensaba). Quizás faltaron algunos juguetes, pero mis padres siempre dieron preferencia a estas cosas. Sin manuales sobre la mejor manera de educar, mis padres lo hacían con pequeños detalles, sin que -hasta cinco hermanos- nos diéramos cuenta. Con el tiempo, todos han demostrado interés por el estudio e inquietud intelectual, por lo que, si mucho no me equivoco, aquel escenario fue su mejor caldo de cultivo.
Es más, entre los nueve y diez años -invariablemente- tuvimos durante unos meses una asignatura cuasi obligatoria. Uno tras otro, cuando llegábamos a esa edad, nuestros padres nos matriculaban en una academia de mecanografía próxima a nuestro domicilio (diploma de por medio, por supuesto, porque la inversión había que rentabilizarla al completo, si no mi padre no sería mi padre). La realidad es que, gracias a estas lecciones, desde Sexto de EGB -hoy estaríamos hablando del último curso de Primaria- el bloguero no conoce otros apuntes que los suyos mecanografiados. Muchos de ustedes pueden adivinar lo que a todos nos ayudó esta habilidad en el futuro.
Sin duda, en la infancia y en la pubertad, este cúmulo de pequeños detalles influyen decisivamente en la educación de las personas y en sus afanes intelectuales. Como el número de libros que tenemos en casa, la lectura de los mayores, o la discusión sana y equilibrada entre padres e hijos, que fomenta la dialéctica, el consenso o la tolerancia. Presumo que a veces no somos conscientes de que cosas en apariencia sin demasiada importancia repercuten de forma positiva (las negativas las dejamos para otra entrada) en la formación de nuestros hijos. Además, si nos paramos a pensarlo, son detalles que no fuerzan nuestra influencia y que, por tanto, nuestros hijos reciben sin prejuicios ni resistencias y, lo que es más importante, con el alma abierta.
* La imagen se ha obtenido en www.guiainfantil.com
Recordar detalles de nuestra niñez, da vida al niño que llevamos dentro. Gracias por ayudarme a evocar mis propias vivencias infantiles, junto a mis padres y hermanos, alrededor de la bola del mundo, en aquel, nuestro mundo. Un abrazo pequeño- gran JJ. Ana Isabel Núñez
ResponderEliminarYo también tengo la bola del mundo en casa....me sigue enseñando a ver la tierra como es y que gira sobre si misma y alrededor del sol y así día tras día...aunque mi padre aún no se lo cree....pero lo acepta porque Soy yo la que se lo explico una mil veces Y se que me quiere mucho
ResponderEliminarGracias JJ, por estas cosas pequeñas
Me has hecho recordar mi infancia, anhelar aquellos buenos momentos,inolvidables, con esas pequeñas cosas que para nosotros era lo mas importante y maravilloso. Lo que ocurre que a veces recordar,retroceder,nos produce tristeza por no poder volver atrás.De todos formas gracias por hacerme recordar ese tiempo tan feliz.
ResponderEliminarQue maravilla!!!!...la bola del mundo....el atlas everest....la enciclopedia larousse...la máquina de escribir olivetti 98....los bolis bic naranja y bic cristal (dos escrituras a elegir ¿Os acordáis del anuncio?).....todo compartido con mis hermanas cuando empezábamos a estudiar y parte sigue en casa de mis padres hoy ....
ResponderEliminarGracias JJ.
Disfrutemos de los pequeños detalles de nuestro día a día;););)
Besos
Me piace !!!!! Bstys
ResponderEliminar¿Y qué me cuentas de aquel viejo diccionario de bolsillo de mamá, al que ella misma confeccionó nuevas tapas con cartón, papel de estraza y poliada, que pasaba de mano en mano cuando hacíamos los deberes (esto de "la tarea" es moderno)tras merendar?
ResponderEliminar¿Y de la colección de Joyas Literarias Juveniles, de Bruguera creo recordar, magníficamente ilustradas, que hacían deliciosas nuestras tardes transportándonos a aquellos mundos con títulos como “Mujercitas”, “Juana de Arco”, “Genoveva de Brabante”, “Bernadette” o “Alicia en el país de las Maravillas”?
¿Y del manido Monopoly, que tú rediseñaste con las calles de Santa Cruz de La Palma, acaso porque te negabas a verte obligado a comprar la calle Serrano o Velazquez y no poder comprar la calle de San Telmo o la Anselmo Pérez de Brito?
¿Y del ruidoso parchís automático de madera que papá nos trajo en una ocasión desde Las Palmas, en el que girábamos el botón para que saltara el dado aún cuando no nos tocara tirar?
Gracias, hermano, por brindarnos a tus seguidores este nostálgico viaje. Te quiero
cuantos pequeños detalles recibo a cada momento!!!..y de personas que ni tan siquiera creía no conocer...y es que están,piensan,comparten,se rien conmigo y yo no lo sabía...más bien no estaba despierta....gracias Jj por tus pequeños detalles...
ResponderEliminareste dia nos espera cargado de pequeños detalles!!!...de colores...de olores...de sentimientos y pensamientos...de ilusiones y deseos....de alegrias y sonrisas....de luz y de paz...en definitiva de AMOR, DE MUCHOS PEQUEÑOS DETALLES DE AMOR
ResponderEliminarFELIZ DÍA A TOD@S Y DISFRUTEMOS LLENÁNDONOS DE ELLOS
En mi familia también tuvimos la suerte de tener una bola del mundo. Compartíamos muchos momentos, competíamos con ser los primeros en encontrar los nombres más raros, como un juego, con el único objetivo de aprender. También mis padres y sobre todo mi madre, nos tenía siempre ocupados: mecanografía, croché, bordados y sobre todo los estudios. J.J. Tu entrada me ha hecho retroceder en el tiempo y recordar la buena acogida al llegar a casa, la merienda, los deberes, pero también los sonidos, los olores, los colores, los momentos de vida( " pequeños detalles") que me han ayudado a seguir siendo lo que soy. Creo que hemos sido muy afortunados, no teníamos muchos juguetes, pero si compartíamos muchos juegos. Como dice Serrat: Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejò un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón...Que el viento arrastra allà o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve. Gracias J.J. Un abrazo
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