Dos de mis
artistas más recurridos, Vega y Los Secretos coincidieron meses atrás, el 20 de septiembre de 2011, en la
presentación de su último trabajo. Aunque me
procuré los dos compactos en la FNAC de Madrid a los pocos días de su salida a
la venta (aún me resisto a "piratear" a los cantantes y grupos que
forman la sintonía de mi vida), hasta ahora no les había podido dedicar el
tiempo que precisan. Porque las canciones hay que oírlas y escucharlas varias veces
para aprehenderlas, para disfrutarlas de verdad.
El nuevo trabajo de
la banda liderada por Álvaro Urquijo (en 2008 publicaron el directo de su
actuación en Las Ventas por sus 30 años) confirma otra muesca más de una
carrera impoluta, repleta de buenas canciones, que comenzó en 1978 (Tos) y que ni la
adversidad en forma de desgracias personales ha sido capaz de malograr. El título del compacto ("En este mundo raro") nos evoca a uno de
los mejores cantautores mexicanos de todos los tiempos, José Alfredo Jiménez, autor de la ranchera
Un mundo raro (que ya versionó Enrique Urquijo con Los Problemas) , pero también nos sumerge en una profunda
reflexión sobre la actualidad que a veces
se complica y no tenemos claro lo que significa, cuando preguntamos el porqué de
tantas cosas y lo que escuchamos no nos gusta. Probablemente sea la primera vez que todos
los integrantes de la formación firman algún corte. Álvaro Urquijo suscribe
las más "secretas": En este mundo raro, Solo quiero que me digas la
verdad, Desapareces y Has Llegado un poco tarde, y con un
habitual de sus trabajos de siempre, el exMamá José María Granados, la
estupenda Quererte por querer. Jesús
Redondo (y C. Vargas), cada vez más compositor, rubrica las baladas más
intimistas y deliciosas: Trenes perdidos,
Por segunda vez y Bailando con la luna (en la que
escuchamos el violín de Ara Mailikian). Ramón Arroyo (con Isabel Penalba), se
responsabiliza de Buena vida y mejor vino,
el batería Santi Fernández, de Sin aire,
y el bajista Juanjo Ramos (con C. Vargas), de Soñadores. No falta tampoco la tradicional versión, en este caso, de la agradable
Nameless faces de Aven, que Los
Secretos traducen como Lágrimas sin nombre.
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La propia Vega
produce y firma todas las canciones de su nuevo larga duración "La cuenta atrás", su mundo raro
particular, un escenario siempre en positivo, con más fuerza que nunca. Porque
Mercedes Mígel no deja de ser una inconformista de raza y este carácter lo
transmite en canciones como La cuenta
atrás (con ciertos aires al Un, dos, tres, cuatro, de Javier Álvarez), 1906 estrellas nuevas, Para bailar o Como yo no hay dos (su primer single). Luego se desnuda en temas como Réquiem, Me compadezco de ti o A
tientas, donde nos muestra su delicada vulnerabilidad, aunque la apuesta
siempre resulta entusiasta (48 horas,
Sin dudar). El más feliz (Finis Terrae)
nos traslada al epílogo del Camino de Santiago, La tregua a la delicada línea entre la amistad y el amor y 700 cartas a las buenas canciones de
Deluxe y Christina Rosenvinge. En resumen, un disco en la línea de sus talentosos trabajos anteriores.
¡Qué preciosa canción "Bailando con la luna"! Un abrazo
ResponderEliminarDe nuevo me transportas en el tiempo, y me he puesto melancòlica. Los Secretos me han hecho sentir identificada con las letras de sus canciones desde los años 80. " Y en cada recodo que tiene el camino, me dejo una frase, una historia, un deseo, que nunca he cumplido. Y cuando estoy solo me siento vacío, soñando el viaje de los trenes perdidos ".Espero verlos en directo en ésta, su nueva gira y que no dejen nunca de emocionarnos.
ResponderEliminarLa verdad es que dan ganas de "saborearlos" con tranquilidad, canción a canción. Saludos
ResponderEliminarVega, fabulosa en Málaga esta noche. Felicidades
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