Valió la pena
esperar hasta casi la una de la madrugada para escuchar a Patricia Balmes presentando su primer disco en solitario. La
intérprete y compositora madrileña no se merecía la hora, un tanto intempestiva,
ni el escenario, la Sala
Clamores de Madrid, que se comercializa a tres conciertos
diarios. Pero eso era lo menos importante.
La Balmes tiene otro
nivel, y la banda que ha logrado formar también (Alberto Maroto, Diego Pérez y José Paz ). Los cimientos, parte
de su personalidad (innatos, probablemente), son la humildad y el trabajo,
porque eso se nota… en las redes sociales y en las distancias cortas. Además, la
exlíder de A-Bând-On canta bien, con una voz poderosa, singular, rasgada, y dulce cuando
quiere, y ha logrado firmar un repertorio de canciones a la altura de las
mejores.
A Patricia no le
arredran los retos. Por eso está rompiendo moldes y abriéndose paso de forma
atípica en una época difícil para la música y para la industria discográfica.
La madrileña se crece en el directo y se mueve con soltura en el acústico, como
demostró el sábado día 19 con sus más fieles seguidores en un concierto que
confirma su valía. Seguramente era la mejor propuesta del pasado fin de semana
en Madrid, lo malo es que la mayoría de la gente no lo sabía, aún. Así y todo, la mítica sala estaba llena.
El disco contiene
tres baladas más que dignas. Ya conocía la espléndida “Ayúdame a olvidarte” (que
interpretó acompañada exclusivamente de su guitarra) y “Tan cerca del fin”, con
las que empezamos a conocerla, pero me sorprendió una deliciosa y comprometida “Viejo
perdedor”. El resto del cancionero lleva el marchamo Balmes de fuerza y
poderío, de auténtica banda de rock & roll, comenzando por “Tiempo al
tiempo” y terminando por “Amores”, corte al puro estilo La
Quinta Estación. Y en ellas la banda
cumplió con creces. Es más, el repaso de su disco homónimo se vio enriquecido
con la interpretación, en dos versiones sublimes, de sendos éxitos de Rihanna y Queen y, también, con la ya popular “Lluvia”, canción oficial del
último Día de la Banderita en Madrid.
Concierto redondo,
de verdad. Incluso me la imaginé compartiendo cartel en un gran espectáculo con
su admirada Vanesa Martín. Y no me
pierde el afecto personal. Es que ni tan siquiera me pareció caro lo que me
costó el concierto, viaje desde Canarias incluido. Felicidades.
Excelente crónica de un gran concierto. Suerte Patricia!
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